Guadalajara, Jalisco.
A 30 años del asesinato del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, se detuvo a 30 personas y solo se procesó a nueve, pero por otros delitos, no por el homicidio del prelado, y de esos nueve que se encuentran en diversas cárceles del país, hay cuatro hombres que esperan sentencia en el complejo penitenciario de Puente Grande.
José Antonio Pérez Juárez, director de los Centros de Reinserción Social de Jalisco, informó que los cuatro que están en los penales de la entidad relacionados con la muerte del cardenal de Guadalajara, ocurrida en el Aeropuerto Internacional de Guadalajara hace 30 años, aún no cuentan con la sentencia correspondiente por lo que esperan que los jueces del Poder Judicial emitan su veredicto.
El funcionario estatal mencionó que actualmente están en el Reclusorio Preventivo dos relacionados con este crimen y en el Penal de Sentenciados se encuentran otros dos que han sido condenados a 40 años de cárcel, pero no por el asesinato del líder religioso, sino por la tentativa de homicidio a Joaquín "El Chapo" Guzmán.
Pues, según las autoridades que llevaron la investigación, los detenidos que pertenecían al Cartel de Tijuana pretendían asesinar al conocido narcotraficante, pero en su lugar asesinaron al Cardenal Posadas, quien habría llegado en un vehículo similar al que viajaba el líder del Cártel de Sinaloa.
Fue un 24 de mayo de 1993, a las 15:45 horas, cuando se registró una balacera en el estacionamiento del terminal aérea de Guadalajara, en ese sitio fueron asesinadas siete personas, entre ellas el cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo.
La versión de la autoridad es que, aún se sigue investigando y asegura en la indagatoria que el homicidio se trató de una confusión entre dos bandas de narcotraficantes, en el que pretendían asesinar a “El Chapo” Guzmán por orden de los hermanos Arellano Félix.
Pero esta versión no ha complacido a la iglesia católica, y que también fue secundada por la conclusión del exdirector del SEMEFO el doctor Mario Rivas Souza, que realizó la autopsia al líder religioso, donde su dictamen fue que el ataque no fue una confusión debido a que “las balas fueron directísimas” sobre el cuerpo del cardenal.