Sobrepoblación en reclusorios de Puente Grande dificulta prevención, advierte la CEDHJ; van 71 casos y siete decesos por COVID-19
Imagen: tomada de redes




Guadalajara, Jalisco.

La situación de la sobrepoblación existente en los centros de reclusión estatales de Puente Grande, ha dificultado aplicar medidas de prevención del COVID-19. Sin embargo, la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ) ha estado pendiente del tema para exigir que se respete el derecho a la salud de los internos.

Carlos Augusto Gómez Muñoz, jefe del Área de Penitenciaría y Combate a la Tortura de la CEDHJ, informó que el organismo hizo visitas de monitoreo que verificar las medidas preventivas, tanto para los internos, como para el personal que ahí trabaja.

En el Reclusorio Preventivo de Puente Grande, se han presentado 71 contagios, 52 ya se recuperaron. En total, se han registrado siete decesos: cuatro internos y tres empleados. Actualmente hay 15 personas en aislamiento

Gómez Muñoz participó en el seminario virtual “Personas privadas de la libertad en tiempos de pandemia”, convocado por el Colegio de Jalisco y por la propia CEDHJ.

El responsable del área penitenciaria de la CEDHJ explicó que la pandemia puede afectar la vigencia de los derechos humanos de los internos, entre ellos el de la salud. Por ello, se debe supervisar que se respeten sus garantías.

Un problema que la CEDHJ ha advertido antes de la pandemia, ha sido el hacinamiento, sobre todo en el reclusorio preventivo, donde hay 6 mil 686 internos. Hay dormitorios donde hay 10 personas, cuando el cupo es de 4 y así no hay forma de guardar la “sana distancia”, reconoció el ponente.

Al suspenderse las visitas, la CEDHJ propuso un programa de videollamadas y se han realizado 3 mil 500. La iniciativa debe continuar, dijo Gómez Muñoz.

En todos los reclusorios, incluido el femenil, se dispusieron zonas de aislamiento para quienes tienen Covid-19.

También se hicieron visitas a los reclusorios de Puerto Vallarta y Ciudad Guzmán, donde hay 576 y 721 internos respectivamente, así como en Chapala, donde hay 121 personas privadas de su libertad y no hay sobrepoblación.


Ignacio Pérez Vega