Guadalajara, Jalisco. 

Los integrantes del Colectivo Luz de Esperanza que buscan a sus seres queridos en Jalisco, realizaron una posada para festejar las fiestas navideñas en compañía uno del otro que con el paso del tiempo y por la lucha compartida, se vuelven como una nueva familia, ya que desde que sus hijas, hijos, padres y madres desaparecieron, la vida familiar no es la misma y por ende las fiestas decembrinas tampoco. 

María de Jesús Solís quien busca a su hijo Jaime Adrián Ramírez, desaparecido el 18 de octubre de 2020 en la colonia Mesa Colorada en Zapopan compartió cómo la ausencia de su hijo impactó en la dinámica familiar. 

“Fíjate que la vida familiar se acaba porque la familia nos abandona, nos deja solas en esta lucha, lo que son los primos, las tías, los tíos, todos nos abandonan.

Ahora nuestra familia es el colectivo y es en donde se podría festejar un poco más porque la familia queda desunida, sola, nos dejan por miedo a represalias, por vergüenza también nos dejan solos”. 

Foto: María Ramir

Por eso para ellos convivir juntos significa estar en familia porque sólo ellos entienden el dolor que deja la ausencia de un ser querido que un día estaba y que ahora ya no está. 

Irma Hernández Gutiérrez es otro ejemplo que compartió como esta época, la navidad, no es lo mismo sin su hijo José Manuel Mesa Hernández desaparecido el 29 de octubre de este año en la colonia Santa María en Tlaquepaque.

“Antes en estas fechas ya andaba viendo qué iba a preparar de la cena pero ahora con la tristeza de no saber nada de mi hijo, no va a hacer lo mismo”. 

• Para quienes tienen a un ser desaparecido, celebraciones como navidad, cumpleaños y días especiales, se convierten en un recordatorio más profundo de que su ser querido ya no está pero también en un impulso de continuar con la búsqueda.