Guadalajara, Jalisco.

A seis semanas de que asumieron su cargo las nuevas autoridades de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet), aún no tienen una “ponderación” para conocer con exactitud qué es lo que falta para que algún día se haga realidad un parque ladrillero en el Área Metropolitana de Guadalajara, admitió Orión Flores Camacho, director de Atención a Conflictos Socioambientales de la dependencia.

El gobierno estatal anterior fracasó en su intento de establecer un parque ladrillero. Incluso, se perdieron $20 millones de pesos de programas federales, al no tener listo el terreno para albergar el proyecto, en un predio de San Martín de las Flores, en Tlaquepaque.

“Estamos acopiando toda la información disponible para a partir de ahí tomar decisiones de la manera más ejecutiva. Estamos convencidos desde esta Administración, de que ha pasado el momento de los diagnósticos; diagnósticos se han hecho muchos, tenemos en esta Secretaría suficiente información, la complementaremos atendiendo y acudiendo a los actores en campo o a las personas que lo viven, con el objetivo de conocer sus inquietudes, sus voces, e incorporarlas en estos diagnósticos que ya están hechos y a la brevedad atender la problemática”, respondió.

Alrededor de 50 mil vecinos del sur de Tonalá que viven en Hacienda Real, Arroyo de En medio, Santa Paula, Jauja y La Providencia, han hecho manifestaciones en meses pasados, para exigir que se retiren 230 ladrilleras existentes en la zona.

Orión Flores dijo que el tema de la atención a los afectados por la contaminación que generan las ladrilleras, aún se revisa por los nuevos funcionarios de la Semadet.

“En este momento todavía no tenemos una ponderación exacta de lo que nos hace falta para la implantación. En próximas fechas una vez que hayamos terminado de hacer ese acopio de información estaremos informando oportunamente, no solo sobre este, sino sobre otros proyectos que están pendientes de revisión”, señaló.

El proyecto del Parque Ladrillero se trabajó durante cinco años por la anterior secretaria de Medio Ambiente, Magdalena Ruiz, y nunca se concretó.

En la periferia de la ciudad se calcula que hay más de 1, 800 ladrilleras, muchas de las cuales generan monóxido de carbono, compuestos orgánicos volátiles, partículas suspendidas menores a 2.5 micras. Además, en las zonas aledañas a los hornos ladrilleros, se tienen registros de que más de 80% de los 365 días del año, se rebasan los límites de calidad de aire aceptables.