Chicago, Illinois.
El presidente saliente de Estados Unidos, Barack Obama se despidió este martes por la noche en Chicago, la ciudad donde declaró su victoria en 2008 y 2012.
El discurso del ahora ex presidente inició después de entonar el himno nacional del país. Obama fue recibido por el público con gritos y aplausos y este se mostró feliz al saludar a las personas presentes.
"Hola Chicago, es bueno estar en casa” así inició su discurso Barack Obama. Tras agradecer a todos durante unos minutos, pidió silencio en la sala y declaró que su esposa Michelle y él se han sentido alagados con los buenos deseos que recibieron en las últimas semanas, pero que esta era su oportunidad de dar las gracias al pueblo de Estados Unidos, que lo mantuvo honesto e inspirado.
Recordó que llegó a Chicago después de sus 20 años a buscar quién era. Y fue en las calles dondee vio el poder de la fe y la dignidad de la gente trabajadora.
Aprendió que el cambio solo ocurre cuando la gente común se involucra y compromete para hacerlo. Después de 8 años como presidente, afirmó que aún cree en eso.
Por 240 años su nación a invocado a la ciudadanía y le ha dado propósito a cada generación. Declaró que su progreso no ha sido parejo, pero en general, su país ha sido definido por un avance, un país basado en la idea de abrazarlos a todos y no solo a unos pocos.
Señaló que el pueblo estadounidense fue el cambió, y gracias a ellos se logró avanzar.
Aseguró al presidente electo Donald Trump que su gobierno garantizaría la transición más fácil como lo hizo con él, el presidente Bush.
Pidió entender que la democracia no requiere uniformidad, pero la democracia requiere un sentido básico de solidaridad.
También dijo que ha habido momentos que han amenazado esa solidaridad y la democracia, y el hecho de cómo enfrentan los retos es lo que determinará su futuro. Expresó que se deben incrementar los salarios y reducir la pobreza, porque después de todo "para eso servimos, sin embargo, no es suficiente. La desigualdad es corrosiva para las ideas democráticas".
También aseguró que la raza sigue siendo una fuerza poderosa y a veces decisiva en nuestra sociedad.
Para concluir, declaró que ha sido el honor de su vida servir como comandante de las fuerzas armadas. Rechazó la discriminación contra los musulmanes que son tan patriotas como ellos.
Su democracia se ve amenazada cada vez que toman las cosas por sentadas. Todos deben realizar la tarea de reconstruir las instituciones democráticas.
"El pueblo es el que le da el poder y el significado a la constitución", remató.
Invitó a los ciudadanos a tomar las riendas del país, ya que ellos tienen el poder como lo señaló.
Agradeció a su esposa Michelle, quien, dijo, lo llena de orgullo, por asumir un papel que no pidió y que asumió con gracia, estilo y buen humor. Agradeció a sus hijas por convertirse en unas mujeres generosas y llenas de pasión, por soportar la carga de los últimos 8 años. Agradeció a su vicepresidente por convertirse en su hermano y amigo íntimo de la familia. También a su equipo de trabajo, del cual se alimentó de su energía, carácter e idealismo.
Y finalizó a todas las familias y personas de Estados Unidos por ser los mejores partidarios y organizadores. La última cosa que pidió como presidente, es creer no en su capacidad de hacer el cambio, sino creer en la de los mismos ciudadanos.