Guadalajara, Jalisco. 

A tres meses de la denuncia de un ciudadano que pidió a la Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA), organismo internacional que atiende problemáticas ambientales entre Estados Unidos y Canadá, investigar la contaminación que deja la industria del agave, el titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de México, Víctor Manuel Villalobos Arámbula argumentó que no existe deforestación en la tierra a causa de la plantación de agave.   

“Nos queda claro que no se está deforestando porque insisto, se está cultivando en suelos que han estado históricamente destinados para el cultivo del agave son:

• suelos pobres
• suelos de laderas que no compiten con otros cultivos”. 

Fotografía: Cortesía 

El denunciante argumentó que la producción de agave, además de incentivar un cambio de uso de suelo, contribuye a la desertificación. También documentó que las tequileras no realizan un manejo adecuado de las vinazas. 

Víctor Manuel Villalobos reconoció que ante la demanda del tequila en el mercado internacional existe una competencia por las tierras entre los que cultivan granos, son ganaderos o plantar otros frutos de moda; sin embargo, afirmó que se brinda información a los productores de agave respecto al futuro del mercado del tequila. 

“No vemos o no anticipamos que haya una demanda mayor en términos del potencial que ya existe de agave sembrado en el país, en los estados que tienen denominación de origen. De modo que el propio mercado va a estabilizar y sin duda a delimitar esta superficie destinada para el cultivo del agave”. 

Y aunque el titular de la Sader, Víctor Manuel Villalobos y la titular de la dependencia local en Jalisco, Ana Lucía Camacho aseguran que el agave no ha registrado afectaciones ambientales en el territorio como la desforestación, lo cierto es que académicos de la Universidad de Guadalajara dieron a conocer en rueda de prensa durante el mes de junio, que

La plantación de agave es uno de los principales factores que pone en riesgo a los sitios Ramsar y a los bosques tropicales del estado, que incluso le han quitado terreno.