Río Santiago, 14 años de enfermos, muertos y promesas sin cumplir



Guadalajara, Jalisco.

Justo un 25 de enero, hace 14 años, el niño Miguel Ángel López Rocha, de 12 años de edad, cayó al río Santiago y se envenenó, ya no despertó, cayó en coma y murió por un choque séptico el 3 de febrero. En su sangre se encontró arsénico y así se visibilizó una tragedia ya anunciada y que padecían los habitantes de los alrededores de la cuenca del ahogado.

Don Raúl Muñoz, un activista de la región, recuerda que para entonces ya iban 400 muertos.

“300 y algo, casi 400, y ya a partir de la muerte del niño, pues cuando ya empezamos a ponerle más atención a ese asunto; sobre todo porque estaba confirmado fue arsénico lo que lo mató. Aparte recuerda que le hicieron unos estudios a diez niños, de manera aleatoria, que eran compañeros del salón de Miguel Ángel, en la escuela, y de los diez niños seis dieron positivo a arsénico”.

Gobiernos no accionan

Desde el 2008 gobiernos van, gobiernos vienen, al menos en dos administraciones a nivel estatal y federal el tema se ha convertido en promesa de campaña; se construyeron dos plantas de tratamiento y se supone que se destinaron fuertes cantidades de dinero para tratar de revertir el daño ambiental.

El 27 de enero del 2009 la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco emitió una macro recomendación donde puso en evidencia que los gobiernos habían fallado y no se había hecho nada. En principio el ejecutivo estatal rechazó un total de 57 puntos.

Esta se ha retomado y se puede advertir que varios de los municipios de la zona metropolitana de Guadalajara, los mismos que tiran sus aguas negras a la cuenca del ahogado y envenenan a estos pueblos, poco han hecho.

El río Santiago ha sido calificado como uno de los más contaminados del mundo y se ha erigido como una mal usada bandera de campaña, monumento a una diarreica discursiva donde se confunde recuperar la zona -como lo afirman los propios habitantes- en sembrar arbolitos.

Mientras tanto las organizaciones civiles documentan más de mil 800 personas con enfermedades renales en el Castillo, la Azucena, San José del Quince, y un número de muertos ya difícil de contabilizar.

El representante de los pueblos unidos de la cuenca-Lerma-Chapala, Enrique Lira Coronado, explicó a Canal 44 que solo en los últimos 18 meses en la zona han muerto 54 personas por daño renal y cáncer. Los grupos de edad más afectados son de 50 a 90 años de edad, pero también en la lista hay jóvenes y adolescentes.

Más allá de las cifras

Las mujeres fueron las principales víctimas, 29 en total, y 25 varones.

El conteo es del 15 de junio del 2020 al 4 de enero de 2022 e indica que la muerte por daño renal predomina, con 30 casos; 16 por daño en los pulmones y ocho por cáncer.

Son 14 años que el niño Miguel Ángel López Rocha cayó a las aguas del río Santiago y aquello sigue igual.