Revelan investigadores que el sarampión es más peligroso de lo que se creía, destruye anticuerpos protectores
imagen ilustrativa. Fotografía: AFP-Archivo




Guadalajara, Jalisco.

La infección por el virus del sarampión disminuye anticuerpos preexistentes que ofrecen protección contra otras enfermedades, por eso es que este virus se le considera peligroso, esta fue la conclusión de la investigación publicada en la revista científica Science.

El sarampión lejos de ser considerada una enfermedad infantil relativamente común en su tiempo y hasta trivial, es realmente peligroso ya que muchas de las muertes atribuibles al virus del sarampión han sido causadas por infecciones secundarias ya que el virus infecta y perjudica funcionalmente a las células inmunitarias.

  • En el estudio, se explica que realizaron un análisis de sangre para revisar la cantidad y tipo de anticuerpos en niños antes y después de la infección natural con el virus del sarampión, así como en niños antes y después de la vacunación contra el sarampión

Descubrieron que la infección por el virus puede disminuir enormemente la memoria inmune adquirida previamente, dejando potencialmente a los individuos en riesgo de infección por otros patógenos. Estos efectos adversos sobre el sistema inmunitario no se observaron en niños vacunados.

Esta es una razón más para que la población vacune a sus hijos contra el sarampión, la vacuna es segura y eficaz, a continuación te explico como debe ser vacunado tu hija o hijo. 

Al cumplir 1 año la primera dosis; y a los 18 meses la segunda dosis. Mientras que para los que nacieron durante el 2022 y no han recibido primera o segunda dosis, acudir lo antes posible a vacunarse.

Si nacieron en el 2021 o antes de ese año y no han recibido ninguna dosis, acudir lo antes posible por su primera dosis,

En cambio, si nacieron en el 2021 o antes de ese año y tienen solo una dosis, esperar hasta cumplir los 6 años para su segunda dosis. 

Las complicaciones del sarampión pueden ser tan graves como ceguera, encefalitis, diarrea intensa, infecciones del oído y neumonía, sobre todo en niños malnutridos y pacientes inmunodeprimidos.