Guadalajara, Jalisco.
La Universidad de Guadalajara (UdeG), mediante del Centro Universitario de la Costa Sur (CUCosta Sur), proyecta una estrategia para revertir el deterioro ambiental que generan los plaguicidas y la quema de cultivos en el Valle de Autlán.
El investigador Luis Manuel Martínez Rivera propuso un trabajo conjunto para salvaguardar la integridad de las escuelas y los albergues para trabajadores migrantes aledaños al valle agrícola, así como sus comunidades.
"A tres o cuatro metros de la línea de construcción del poblado de El Mentidero está sembrado de caña. Cuando fumigan y cuando queman, todo ese humo entra a la escuela. Y cuando (los alumnos) se van a su casa es lo mismo, porque sus casas están en la línea de cultivo".
La problemática de contaminación en el valle que incluye los municipios de Autlán, El Grullo y El Limón, engloba situaciones como la quema de caña y el uso excesivo de plaguicidas en monocultivos, que ponen en riesgo la salud de quienes se encuentran en la zona al recibir toxinas en el aire, agua y en los alimentos.
En este contexto, Martínez Rivera convocó a utilizar métodos alternativos de cultivo erradicando el uso de plaguicidas dentro de la zona que representa un riesgo para la sociedad, así como la quema de caña en verde.
"Tenemos que trabajar primeramente con los agricultores que están cerca del poblado, probablemente sean 15, que podamos hacer una transformación de la forma en que producen, cambiar los plaguicidas por otras alternativas de control de plagas".
La contaminación del aire y el agua son el resultado de un uso inadecuado del territorio. Por ello, el especialista propone una delimitación que evite el riesgo entre las zonas de cultivo y la mancha urbana.
La Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ) recomendó establecer un perímetro de 300 metros a la redonda entre las escuelas y las parcelas agrícolas que las afectan para garantizar un ambiente libre de plaguicidas.