Guadalajara, Jalisco 

La Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (PROEPA) concluyó que los peces del río Blanco de diversas tallas murieron por falta de oxígeno, resultado de la alta presencia de materia orgánica y la mala calidad del agua, y advirtieron que todo podría venir de una hacienda de la zona.

Ya le dio participación a la autoridad federal a fin de que profundice en la investigación. 

Las indagatorias fueron realizadas junto con la Agencia de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (ASICA).

Varios reportes ciudadanos provocaron la intervención de ambas autoridades que en un recorrido por la calle José María Morelos y el Antiguo Camino a Copalita, dieron con una importante cantidad de peces muertos flotando en el lugar.

Se levantaron algunos ejemplares y tras hacerles la necropsia, se advirtió que murieron por anoxia, es decir, falta de oxígeno disuelto.

Asimismo se detectó en las aguas de dicho río alta presencia de materia orgánica y la mala calidad de las mismas, que seguramente generaron el escenario para provocar la muerte de los peces.

También captaron que la mayoría provenían del interior de una hacienda y ahí detectaron a una persona a bordo de una lancha que con una herramienta tipo cepillo  limpiaba el cuerpo de agua, removiendo peces muertos con una canasta de plástico.

Foto: cortesía 

Se interrogó al personal del lugar, pero nadie quiso proporcionar su nombre ni el del dueño del lugar. 

• Toda esta información fue enviada a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), que es la que habrá de indagar sobre las descargas nocivas a los cuerpos de agua.