Autlán de Navarro, Jalisco.
Luego de que en abril la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) pusiera a disposición del ministerio público a tres personas por tala clandestina en la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán y ante necesidad de blindar el Área Natural Protegida (ANP), el director de la reserva, Fernando Ramón Gavito Pérez, habló de la urgencia de crear empresas forestales comunitarias.
El biólogo insistió en la necesidad de que sean los ejidatarios quienes se encarguen del aprovechamiento maderero, pues actualmente se marca la zona y entran compradores externos que no respetan los límites señalados y que además de hacer saqueo de flora y fauna silvestre, aprovechan para otras actividades ilícitas dentro del ANP.
"¿Cómo se vende la madera en los ejidos? Se contacta al comprador, y se le dice, 'yo tengo autorizado aprovechar mil metros cúbicos, ahí está el bosque, ya está marcado, entra y llévate la madera', entonces el comprador se lleva lo que quiere, como quiere, se lleva los mejores árboles aunque no estén marcados, y no solo va y saca madera, si no que aprovecha para ver que otras actividades puede hacer, que sean alternativas".
Gavito Pérez dijo que se deben crear capacidades en los ocho núcleos que cuentan con una autorización de aprovechamiento forestal, para que sean los ejidatarios quienes hagan el manejo de los recursos maderables.
"Lo que queremos hacer es crear capacidades en nuestros ejidos, crear empresas forestales comunitarias. Que la gente del ejidos se capacite, se equipe, corte la madera, saque la madera y se la ponga al comprador a borde de carretera (...) con esto queremos blindar el área natural protegida".
Fotografía: CONAP
El director enfatizó en que un buen manejo forestal evitará que el Área Natural Protegida se corrompa social y ambientalmente. Recordó además, que a diferencia de un parque nacional, en las reservas viven personas que necesitan realizar actividades económicas en la zona.
"Tenemos que evitar que gente de otros estados esté entrando, porque además de hacer el aprovechamiento forestal, están haciendo otras actividades que no podemos permitir que se lleven acabo dentro del área natural protegida, porque se corrompe ambientalmente, se corrompe socialmente y se están llevando parte de nuestra historia".
El manejo forestal comunitario es una de las opciones más promisorias para resolver el gran dilema de la conciliación entre la conservación de la naturaleza y el desarrollo económico de las comunidades que viven dentro de las zonas protegidas.
Manantlán, por su diversidad biológica, es una de las áreas de conservación más importantes en el occidente de México. Cuenta con 110 especies de mamíferos, 350 especies de aves y más de 3 mil plantas vasculares, entre las que se encuentra el Zea diploperennis, el pariente silvestre del maíz que dio origen a la creación de la reserva.
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