Las FARC han anunciado que este miércoles inician la entrega de armas según lo estipulado en el acuerdo de paz firmado el año pasado, un pacto que da esperanza a los familiares de los desparecidos forzados.

Tras más de medio siglo de conflicto, miles de personas aún viven sin noticias sobre sus seres queridos. Según cifras del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) podría tratarse de más de 60 milpersonas. La mayor parte de los responsables de las desapariciones son paramilitares o el propio Estado.

Invisibilidad hacia las víctimas

No obstante, estos números varían dependiendo de la institución o la organización que los ofrezca, situación que genera dudas en la sociedad y, en consecuencia, invisibilidad hacia las víctimas. En este sentido, Medicina Legal calcula 24 mil desaparecidos y el Registro Único de Víctimas contabiliza, por su parte, algo más de 46 mil en el contexto del conflicto armado. Según datos de la Fiscalía al pasado 31 de julio, las víctimas de las presuntas desapariciones forzadas se elevaban a 82.505.

Luz al final del túnel

En 2005, la desmovilización de los paramilitares arrojó más luz sobre el asunto, pues hasta entonces se creía que en el país había poco más de 5 mil desaparecidos. Al respecto, Andrés Suárez, investigador del CNMH, señala que la sociedad solo empezó a "sacudirse un poco" cuando los paramilitares confesaron esa práctica, que para ellos era una "política'.

Aunque algunos dicen que las masacres, asesinatos y desapariciones forzadas se han convertido en algo normal en el país, hay muchas familias que luchan por el derecho a la verdad y a la memoria, y han creado fundaciones y grupos para apoyar a los que pasan por esa compleja situación.

"La historia juzgará"

Ahora el acuerdo de paz entre las FARC y el Gobierno puede suponer otro paso adelante y dar paso a la creación de una unidad de búsqueda específica para los desaparecidos forzados. Isabel Albaladejo, coordinadora del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Colombia, opina que "la historia juzgará" el éxito o fracaso del proceso de paz por el "nivel de justicia de reparación" que tendrán las víctimas.