Nuevas tecnologías y colaboración son esenciales para proteger patrimonio de México, dice directora de Chichén Itzá
Xinhua/Li Muzi




TINUM.

La adopción de nuevas tecnologías y la colaboración entre especialistas han sido esenciales para la protección y el desarrollo del patrimonio cultural de México, consideró la directora de la zona arqueológica maya de Chichén Itzá, María Guadalupe Espinosa Rodríguez, al hablar de este sitio considerado una de las Siete Nuevas Maravillas del Mundo.

   Para Espinosa Rodríguez, especialista en gestión de patrimonio cultural, la complejidad que implica preservar un sitio como Chichén Itzá requiere de la colaboración integral de expertos en restauración, conservación, nuevas tecnologías, protección técnica y legal, así como seguridad.

"Esto nos permite desarrollar e implementar estrategias dentro de nuestras directrices normativas para el manejo, la investigación y la conservación, atendiendo cada caso de manera puntual con el objetivo de preservar el patrimonio para las futuras generaciones", dijo la experta en entrevista con Xinhua realizada en la zona arqueológica.

   En cuanto a la conservación, la directora de Chichén Itzá detalló que la zona arqueológica cuenta con un equipo de restauración, conformado en su mayoría por mujeres, que se dedica a combatir los ataques bacteriológicos provocados por la humedad, al preservar así los elementos decorativos, las pinturas murales y las esculturas de gran formato que hay en el sitio.

"Por ejemplo, dentro del castillo de Chichén Itzá se conserva un Chac Mool (escultura en piedra de figura humana) muy antiguo junto a un jaguar rojo decorado con cinabrio y piedras verdes", dijo Espinosa Rodríguez.

   "Este Chac Mool presenta incrustaciones de concha y espejos de obsidiana que requieren de vigilancia y cuidado constante", mencionó la directora de Chichén Itzá.

   En la investigación y el conocimiento de la zona arqueológica, considerada la más importante de Mesoamérica, participan también historiadores, profesores de universidades extranjeras y mexicanas, así como expertos en arqueología subacuática y terrestre.

   "El esfuerzo que ha realizado este grupo de profesionales es integral. No solo se concentran en las estructuras terrestres, sino también en las áreas sumergibles, como es el caso de los cenotes", mencionó la especialista respecto a estos pozos naturales de agua de gran profundidad.

   La directora de Chichén Itzá sostuvo que el intercambio de experiencias y de tecnología entre científicos e investigadores de distintos países, entre ellos China, brindaría enormes beneficios para el desarrollo de importantes vestigios históricos en México.

"Obviamente, una cooperación sería muy beneficiosa para abordar tareas de investigación, conservación, restauración, difusión, protección técnica y legal, así como labores administrativas o estudios de capacidad de carga y movilidad que nos ayude a ofrecer mejor servicio al visitante", sostuvo.

   Chichén Itzá, punto clave para entender las tradiciones y las costumbres de los mayas, recibe cerca de 2,5 millones de visitantes cada año, convirtiéndose no solo en una ventana a la historia, sino en un espacio que contribuye al intercambio cultural global.

Nuevas tecnologías y colaboración son esenciales para proteger patrimonio de México, dice directora de Chichén Itzá

Xinhua/Li Muzi

   Este tipo de cooperación entre naciones, continuó la directora, permitiría establecer esquemas de monitoreo e intervenciones hacia una conservación más sustentable y asegurar así la preservación del patrimonio cultural para las futuras generaciones.

   Para Espinosa Rodríguez, la adopción de nuevas tecnologías ha sido otro pilar esencial que ha llevado a México a registrar avances notables en el ámbito de la protección al patrimonio cultural.

"En aspectos de restauración, difusión, uso de nuevas tecnologías como códigos QR y otras herramientas modernas que antes eran técnicas de espionaje y ahora se aplican mucho en arqueología (...) todo esto es muy útil", mencionó la entrevistada.

   Otra técnica que se ha podido adaptar a la arqueología, continuó la especialista, es el vuelo con drones conocido como LiDAR (Light Detection and Ranging), el cual en su origen fue desarrollado para sistemas de inteligencia militar durante la Segunda Guerra Mundial, pero ahora se emplea para prevenir daños causados por grandes obras de infraestructura que pueden afectar zonas arqueológicas.

   "Esta tecnología nos permite identificar de forma anticipada las áreas que requieren protección, siempre bajo el marco de nuestros sistemas normativos y mediante procesos de rescate y salvamento para determinar lo que es factible intervenir y lo que no", explicó.

   Se aplican también técnicas arqueométricas como la difracción de rayos X, el fechamiento por carbono 14, el estudio de ácido desoxirribonucleico (ADN), estudios lapidarios y de conchas.

"Incluso, se ha logrado extraer hemoglobina de ciertos textiles para obtener ADN mitocondrial, lo que ayuda a identificar a las poblaciones que habitaron esas regiones hace siglos", ejemplificó la directiva.

   Por lo anterior, la entrevistada no descartó que los nuevos avances tecnológicos como los que registra China año con año, por ejemplo, puedan aportar a la investigación profunda y a la protección del patrimonio cultural.

   "Aquí también habita mucha fauna y flora. Se han detectado mediante cámaras trampa, especies como pumas, pavos de monte, venados y tepezcuintles, entre otros. Nuestras cámaras trampa que tienen origen chino, nos benefician bastante en este monitoreo", recordó la entrevistada.

  •    El objetivo de aprovechar este tipo de tecnología, aseguró la especialista, es que se conozca el valor universal excepcional mediante diagnósticos muy puntuales, tanto de los monumentos expuestos al público como de los que aún están enterrados, para reconocer así las características de cada uno, abordarlos y atenderlos de forma puntual.

   En adición, la directora de Chichén Itzá anunció que en breve se construirá un gran Centro de Atención a Visitantes con el objetivo de ofrecer una mejor recepción y adecuarse a las nuevas necesidades del turismo.

"Con este nuevo Centro de Atención a Visitantes, que considero será el más grande del mundo en su tipo, ojalá podamos vincularnos con la República Popular China", expresó Espinosa Rodríguez.

   Se pretende así que el sitio arqueológico sea el primero donde no se tire basura y se haga un reciclado de todos los materiales, al aplicar energías verdes como un modelo sustentable y mantener una zona arqueológica sana.

   Los sitios arqueológicos de México son esenciales no solo para comprender el pasado y educar, sino también para fortalecer la identidad cultural y el turismo, además de la conservación del patrimonio del país. 

Por Wu Hao y Carina López