París, Francia.
La muerte el lunes de siete cooperantes en un bombardeo de Gaza ilustra las agresiones "sistemáticas" de Israel contra las oenegés en el territorio palestino, denuncian varias entidades que reclaman acciones "fuertes" de la comunidad internacional para impedir nuevas tragedias.
En ese ataque contra una operación humanitaria murieron por primera vez en casi seis meses de guerra cooperantes occidentales, pero las oenegés interrogadas por AFP lo ven sobre todo como la prueba de la imposibilidad de garantizar la seguridad de su personal en el terreno.
Desde el inicio del conflicto entre Israel y Hamás (en el poder en Gaza), el 7 de octubre, más de 200 miembros de entidades humanitarias murieron en Gaza, 165 de los cuales trabajaban para la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNWRA), según cómputos de las oenegés.
- Las siete personas que murieron el lunes acababan de salir de un depósito de Dei al Balah, en el centro de la Franja de Gaza, donde habían "descargado más de 100 toneladas de ayuda alimentaria" transportadas por "dos vehículos blindados que llevaban el logotipo" de World Central Kitchen (WCK) y por otro vehículo, indicó esa oenegé estadounidense.
El bombardeo israelí se produjo en esas circunstancias, pese a que WCK y el ejército se habían "coordinado" previamente para garantizar la seguridad de la operación humanitaria, indicó la entidad, que denunció un ataque expresamente "dirigido" contra el convoy.
Como WCK, varias oenegés en Gaza tratan de protegerse de posibles ataques israelíes señalando sus movimientos en una "plataforma" israelí, explicó Benjamin Gaudin, responsable de operaciones en Oriente Medio de la organización no gubernamental Première Urgence.
No obstante, esto no ha impedido que se produzcan "múltiples incidentes", destacó Gaudin.
- "En peligro" -
Según Gaudin, "los cooperantes se sienten en peligro en sus operaciones en Gaza" desde el inicio de la guerra, el 7 de octubre, cuando comandos islamistas lanzaron mataron al menos a 1.160 personas, principalmente civiles, en el sur de Israel, según un recuento de AFP basado en datos israelíes.
Los milicianos también tomaron unos 250 rehenes, de los cuales unos 130 continúan en Gaza, incluidos 34 que habrían fallecido, según Israel.
En represalia, Israel prometió "aniquilar" a Hamás y su ofensiva ha dejado hasta ahora casi 33.000 muertos, la mayoría civiles, según el último balance del Ministerio de Salud del territorio, gobernado por el movimiento islamista desde 2007.
"El nivel de peligro al que nos enfrentamos en Gaza es inédito", afirmó Claire Magone, portavoz de Médicos Sin Fronteras (MSF), que en los últimos seis meses reportó 21 "bombardeos" o "incidentes" contra hospitales o ambulancias.
Cinco empleados palestinos de la organización murieron "en bombardeos israelíes o por disparos en un puesto de control israelí", señaló.
- "Imperdonable" -
Por lo general, Israel no comenta sus bombardeos en Gaza, pero esta vez, el primer ministro, Benjamin Netanyahu, lamentó un "trágico incidente", asegurando que fue "no intencional".
Bushra Khalidi, de Oxfam, se mostró sorprendida por esta respuesta. Según ella, la muerte de los siete cooperantes no hace más que "subrayar" los "ataques deliberados y sistemáticos" de Israel "contra el esfuerzo humanitario".
La Organización Mundial de la Salud (OMS), que trabajaba con WCK, se hizo eco de estas críticas. "Vemos demasiadas misiones obstaculizadas, retrasadas o rechazadas", señaló el miércoles en Ginebra su representante en los Territorios Palestinos, Rik Peeperkorn.
"Es necesario revisar completamente nuestras relaciones con el ejército israelí", confirmó Jan Egeland, secretario general de Norwegian Refugee Council.
"El ataque (...) demuestra sea que Israel no tiene ningún control sobre sus fuerzas", sea que la información proporcionada por WCK "nunca fue comunicada" al ejército, lo cual "en ambos casos" es "imperdonable", sentenció.
El ejército israelí dijo que abrió "una investigación" para determinar las circunstancias del ataque.
Pero varias voces, como la de Caroline Seguin, de MSF, piden una "investigación independiente". "Investigaciones internas del ejército israelí sobre sus propios errores, no veo realmente qué puede salir de ahí", opinó Seguin.
Bushra Khalidi, de Oxfam, espera "acciones" enérgicas de la comunidad internacional.
"La protección de los trabajadores humanitarios y la garantía de la entrega de la ayuda no deberían ser negociables", afirmó, sobre todo en un momento en que Gaza está al borde de una catástrofe humanitaria.