Guadalajara, Jalisco. 

Aunque la COVID-19 es un fenómeno complejo hay una coincidencia; los tres países con más muertes tienen presidentes que minimizaron la pandemia: Estados Unidos, Brasil y México.

El primer caso de COVID-19 en México fue registrado el 28 de febrero. Ese día el presidente, Andrés Manuel López Obrador, señaló que el virus ni siquiera es equivalente a la influenza. Para el 4 de marzo dijo "hay que abrazarse, no pasa nada".

El 11 de marzo la Organización Mundial de la Salud determinó a la COVID-19 como pandemia.

El mandatario fue criticado por no dejar sus giras, pero el 14 de marzo causó polémica por besar a una niña en un encuentro masivo. Un día antes del confinamiento, el 22 de marzo, había 316 casos y dos defunciones.

“No apanicarnos, vamos hacia adelante y no dejen de salir. Todavía estamos en la primera fase (…) sigan llevando a la familia a comer, a los restaurantes, a las fondas”.

Para el 26 de abril, ya sumaban 14 mil casos y más de mil 300 muertes. “Vamos bien porque se ha podido domar la epidemia, en vez de que se disparara, como ha sucedido, desgraciadamente en otras partes, aquí el crecimiento ha sido horizontal”, dijo el mandatario federal.

Antes de concluir el confinamiento, el 2 de mayo, sumaban más de 22 mil casos y 2 mil defunciones.

“Las cosas mejoran en el país, con relación a la pandemia del coronavirus, estamos viendo la luz a la salida del túnel”, indicó López Obrador.

Cuando la pandemia había cobrado miles de vidas no cambió el discurso. En la nueva normalidad, el 24 julio ya con 378 mil casos y más de 42 mil defunciones expresó que "no necesitaría cubrebrocas" al mantener la sana distancia.

El 31 de julio, México rebasó los 424 mil casos y 46 mil defunciones. Ante representantes de la Organización Mundial de la Salud y de la ONU soltó:

“Me voy a poner un tapaboca ¿saben cuándo?, cuando no haya corrupción ya, entonces me pongo tapabocas, entonces ya voy a dejar de hablar. Hagamos ese acuerdo, entonces vamos a apurarnos a acabar con la corrupción para que yo ya me ponga mi tapaboca, para que ya no hable”.

Al alcanzar los 60 mil muertos, el escenario catastrófico, expuso: “Tenemos que enviar nuestro abrazo, nuestro pésame sentido, sincero, a familiares de quienes han perdido la vida por la pandemia. Ya muchos aquí en nuestro país, más de 60 mil fallecidos, sin embargo, va la pandemia cediendo”.

A seis meses del primer contagio, México ya ronda los 600 mil casos de COVID-19 y supera los 64 mil muertos.