Ciudad de México, México.
El Presidente de México inició su Quinto Informe de Gobierno con sus logros en economía y desde ahí estableció la diferencia con los gobiernos “neoliberales o neoporfiristas”.
Dijo que tras la pandemia, el crecimiento económico es del 3 por ciento anual, el peso es el más fortalecido en el mundo frente al dólar; la inversión extranjera llega como nunca y las remesas este año van a superar los 60 mil millones de dólares.
“La clave está en no permitir la corrupción, parece algo elemental, sencillo hasta simple, pero de eso depende el progreso con justicia en nuestro país, nada había dañado más a México que la deshonestidad de los gobernantes, en eso fundamentalmente ha consistido el éxito del gobierno de la transformación”.
En seguridad presumió que funciona bien la estrategia de atender las causas bajo el principio de que la paz es fruto de la justicia.
- Los homicidios bajaron 17 pro ciento; los feminicidios, 29 por ciento y el secuestro, 80 por ciento.
“En vez de militarizar al país, como sostienen nuestros opositores, estamos dejando de manifiesto que los marinos y los soldados son pueblo uniformado, servidores públicos ejemplares, trabajadores leales y patriotas (...)
Ahora no se reprime al pueblo, no se ordenan masacres, no hay tortura, no se desaparece a nadie, no se tolera la violación a los Derechos Humanos y tampoco existe un narcoestado”.
En materia de salud, afirmó lo siguiente:
“Fue muy doloroso y echamos a andar el sistema de salud. Nadie se quedó sin ser atendido, sin una cama, conseguimos más de 200 millones de dosis de vacunas. Fuimos de los primeros países”.
Y también quiere “limpiar” al Poder Judicial.
“Es indispensable y urgente que los jueces, magistrados y ministros sean elegidos de manera directa por el pueblo y no los designe la élite del poder político y económico de México”.