La música de los santures continúa viva en Cachemira
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Srinagar, India

En un modesto taller impregnado de olor a madera añeja, Ghulam Mohamad Zaz, de 78 años, perpetúa el arte de fabricar santures, un instrumento ancestral de cuerdas típico de la cultura musical de Cachemira.

Con herramientas legadas por sus ancestros, talla y pule lentamente las cítaras, que representan una tradición multisecular en esta zona del Himalaya.

"Siete generaciones han trabajado en esto, yo soy la octava. No tengo garantías de que alguien continúe este trabajo después de mí", reconoce Zaz, que habla suavemente en lengua cachemira.

Varios miembros de su familia compartieron este arte en el centro de Srinagar, la principal ciudad de Cachemira situada en la parte bajo control indio.

  • Zaz actualmente es el último en la ciudad en fabricar los instrumentos a mano.

"Si le digo a alguien que haga algo, no van a saber qué hacer ni cómo", cuenta Zaz, quien fabrica de ocho a diez instrumentos por año, y los vende por 50.000 rupias (565 dólares) cada uno.

"No es simplemente recoger algo de madera, hay que encontrar la madera correcta".

El santur, un instrumento de 100 cuerdas percutidas con martillos, es un elemento central de la identidad musical de Cachemira, una región de mayoría musulmana.

El disputado territorio del Himalaya ha estado dividido entre India y Pakistán desde su independencia de Reino Unido en 1947.

Grupos armados luchan contra el mando indio y demandan la independencia o la unión a Pakistán, y la disputa es una fuente constante de tensión entre esos dos países.

Un enfrentamiento entre estos dos rivales con armas nucleares provocó en mayo los peores combates desde 1999, con intercambios de misiles, drones y artillería que mataron a 70 personas.

Música mística

El santur ha sido históricamente la base de la "sufiana musiqi", la tradición musical mística de Cachemira, con su tranquilizante sonido hipnótico y vibrante.

"Venían músicos de Irán a Cachemira, tocaban el santur y otros instrumentos", relata Muzaffar Bhat, profesor de música en un colegio de Anantnag.

"Cantaban en persa (...) nosotros adaptamos el santur de ellos y lo asimilamos a nuestra música".

El instrumento tuvo un renacimiento a finales del siglo XX.

En los años 1950, el celebrado músico indio Shivkumar Sharma, nacido en Jammu y Cachemira en 1938, tocaba música clásica con el santur.

Debido a eso, el instrumento "se popularizó en los círculos clásicos de toda India", cuenta Bhat.

Con ello, el santur dejó de estar confinado a congregaciones en Cachemira y se volvió una voz celebrada en la música clásica india.

Pero la tradición enfrentó desafíos por los instrumentos occidentales y tendencias musicales mundiales que se imponen a los sonidos locales.

"Muchos instrumentos tradicionales cachemiros fueron marginados", lamenta Bhat.

Artesanos como Zaz quedaron con menos clientes, menos estudiantes, y el lento declive de su oficio familiar.

Zaz vende sus instrumentos en Cachemira pero también recibe pedidos de Europa y Oriente Medio.

El artesano tiene esperanza, y siente que se está produciendo un renacimiento modesto.

"En los últimos años comenzó una nueva tendencia", asegura Bhat. "Nuestros jóvenes han comenzado a aprender a tocar nuestros instrumentos tradicionales".