Guadalajara, Jalisco.
El cine ha incrementado la participación de personas con discapacidad en los últimos años. Ya no ocurre tan a menudo que actores convencionales recreen a personajes con discapacidad, sino que son las propias personas bajo esta condición las que encarnan esos personajes, algo que era necesario para dar pasos contundentes hacia la inclusión.
Sin embargo, aún falta que esos personajes se sacudan los estereotipos y dejen de estar encasillados en papeles secundarios, cómicos o de simple relleno en las películas. Así lo consideraron los participantes de la mesa "Cine, inclusión y accesibilidad" que se presentó como parte de las actividades del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG). De eso habla Sofía Olmos, integrante de Gente Pequeña de México A.C.
"¿Qué nos gustaría ver? Historias más reales, sobre todo, más apegadas a lo que vivimos porque, pues, también nos enamoramos, también luchamos, también nos enojamos. O sea, también somos personas que vivimos el día a día, y es algo que no he visto, por ejemplo, en la industria del cine. El punto de vista que nosotros tenemos sobre la realidad que todos vivimos, es un punto de vista completamente diferente basado en la experiencia de vida en un mundo que no está hecho para nosotros".
Cada discapacidad vive el cine, y el arte en general, de diferente manera. Y para cada una de ellas hay opciones y tecnología para ayudar a que estas expresiones artísticas sean también del disfrute de las personas con discapacidad, pero muy pocas veces se hace uso de ello.
No es común, por ejemplo, ver películas con audio descriptivo en la pantalla grande, guiones adaptados para acompañar con voz las imágenes, o hasta las propias salas de cine y sus instalaciones en general, que en contados casos cuentan con sanitarios, pasillos y butacas accesibles, lamentaron los participantes de este conversatorio, quienes identificaron muy bien los retos en esta materia: una verdadera apertura a la participación del discapacitado en todos los procesos de la industria del cine y una accesibilidad que sea real y sobrepase a los discursos.