Dubái, Emiratos Árabes Unidos.
El texto, elaborado por la presidencia de la COP28 tras días de complicadas negociaciones, se queda corto respecto a la demanda de "eliminar" progresivamente ("phase out" en inglés) esas energías, responsables del calentamiento del planeta.
El borrador de 21 páginas debe ser sometido aún a una plenaria de los negociadores de casi 200 países.
Las decisiones en las conferencias climáticas de la ONU se toman por consenso.
Las naciones que firmaron el Acuerdo de París "reconocen la necesidad de profundas, rápidas y sostenibles reducciones de emisiones" de gases de efecto invernadero y piden en consecuencia "acciones que podrían incluir" toda una batería de medidas, según el texto.
Es decir, que el borrador no pide explícitamente a las partes que las apliquen todas sin excepción.
Se propone como opción también "eliminar" ("phase out") los subsidios "ineficientes" a los combustibles fósiles, y ello "lo antes posible".
El texto renueva el llamado en favor de las energías renovables, incluye a la energía nuclear como opción "limpia" y también las polémicas tecnologías de retención y captura de CO2, aún en desarrollo.
El texto es "una regresión" criticó la principal alianza de organizaciones ecologistas, la Climate Action Network.
"Nuestras voces no fueron escuchadas" explicaron los pequeños Estados insulares, los más amenazados por la subida de las aguas.
"Una carrera contra el tiempo"
La COP28 debe terminarse oficialmente el martes, pero las conferencias climáticas de la ONU crecen en asistentes y en complejidad cada año.
"Estamos en una carrera contra el tiempo" para encontrar un consenso, había destacado el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, presente en Dubái para alentar a los diplomáticos, tras más de diez días de largas reuniones.
Guterres había abogado por la mención específica de eliminación de las energías fósiles.
Pero "esto no significa que todos los países deban abandonar las energías fósiles al mismo tiempo", reconocía el jefe de la ONU ante periodistas.
La COP de Dubái es la primera que hace un balance de la acción climática desde el Acuerdo de París, que impuso ese objetivo de intentar mantener la temperatura media global en +1,5 ºC respecto a la era preindustrial.
La intención ahora es marcar nuevas metas más ambiciosas, acelerar la transición energética y las medidas de adaptación.
El texto pide que los países presenten nuevo planes de reducción de emisiones de gases de aquí a finales de 2024.
Las negociaciones han sido presididas por el emiratí Sultan Al Jaber, jefe de la compañía nacional petrolera de su país, lo que despertó suspicacias desde hace meses.
Jaber aseguró en repetidas ocasiones que luchaba por un "acuerdo histórico".
Arabia Saudita e Irak, dos grandes potencias petroleras, mostraron públicamente su oposición a la palabra "eliminación" en la última gran reunión plenaria del domingo.
A su juicio, nada indica que deba abandonarse completamente el petróleo, el gas o el carbón para cumplir con el objetivo de +1,5 ºC.
Los climatólogos insisten en que las emisiones de gases de efecto invernadero no están disminuyendo, y por lo tanto, hay que tomar medidas drásticas, lo antes posible.
- El objetivo compartido por las casi 200 naciones presentes en Dubái es alcanzar la neutralidad de carbono, es decir que las emisiones y la captura sumen cero, de aquí a 2050.