Gaza.

Él es Yahya Al-Batran, padre de uno de al menos seis recién nacidos que han fallecido a cuenta del invierno que hoy azota a Gaza, zona en la que los bombardeos no cesan.

“Sostuve a Jumaa en brazos, estaba blanco y helado como la nieve, vayan a verlo. Como el hielo, congelado. Lo cargué y salí corriendo […] Juro que puse la manta que uso cuando duermo para taparlo, y me quedé temblando así toda la noche a pesar de la hernia discal que tengo. Murió”.

Ali, el mellizo de Jumma, se encuentra en cuidados intensivos por la misma causa, hipotermia. Las temperaturas llegan a 5 ó 7 grados Celsius, pero a ello se suman las lluvias que han inundado gran parte de las tiendas de campaña que dan refugio a los desplazados palestinos.

Las inundaciones también se registran en hospitales, sitios que la ONU denuncia, siguen siendo blanco de bombardeos.

“La serie de ataques mortales de Israel contra los hospitales de Gaza y sus alrededores llevó al sistema de salud al borde del colapso, con efectos catastróficos. El informe detalla gráficamente el impacto de los ataques de Israel –desde la destrucción de edificios e instalaciones hasta los asesinatos de pacientes, personal y otros civiles–, lo que plantea serias preocupaciones sobre el cumplimiento por parte de Israel del derecho internacional”.

Según la ONU, de octubre 2023 a junio 2024 se registraron al menos 136 ataques, de los que 27 hospitales y 12 otras instalaciones médicas fueron blanco.

“La paz es y será siempre la mejor medicina para la salud y el bienestar de todas las personas, en todas partes”.

Habitantes de Israel, al igual que los palestinos, piden paz para el Año Nuevo.

“Mi esperanza para 2025 es que realmente tengamos paz, no solo aquí en Israel, sino en Rusia y Ucrania, y en todos esos otros países, en Siria, en Líbano”.

• Entretanto, organizaciones internacionales como la ONU piden acceso a las víctimas del conflicto, en su mayoría mujeres y niños.

Laura Sepúlveda, Voz de América.