A horas del límite, la huelga en el sector automotriz de EEUU parece inevitable
Fotografía: https://www.facebook.com/uaw.union




Detroit, Estados Unidos.

Por John BIERS

La cuenta regresiva está llegando a su fin: a menos que se llegue a un acuerdo de última hora, el poderoso sindicato UAW se prepara para anunciar este jueves por la noche una huelga en los tres principales fabricantes de automóviles estadounidenses, lo que podría desestabilizar el sector y hasta la economía nacional.

En dos meses de negociaciones, los representantes del United Auto Workers (UAW) y los líderes de los "Tres Grandes" -General Motors, Ford y Stellantis, que controla la estadounidense Chrysler- no lograron ponerse de acuerdo sobre el contenido de un nuevo convenio colectivo de cuatro años.

"Les hemos dicho a las empresas desde el principio que el 14 de septiembre (a medianoche) es una fecha límite" dijo el miércoles Shawn Fain, presidente de la UAW. "No permitiremos que los Tres Grandes sigan prolongando las discusiones durante meses", insistió.

Un portavoz de General Motors dijo el jueves al mediodía que por la mañana se había enviado una nueva oferta al UAW.

"Seguimos participando en negociaciones directas y de buena fe", aseguró. "Cualquier interrupción tendría consecuencias negativas para nuestros empleados y clientes".

Por su parte, Ford destacó la falta de respuesta del sindicato a su última propuesta. "Queremos negociar pero todavía no hemos recibido una contraoferta", señaló un portavoz.

El miércoles por la noche, la empresa dijo que quería "discutir de buena fe para llegar a un proyecto de acuerdo" antes de que expiren los convenios actuales.

El UAW exige un aumento salarial del 36% en cuatro años, mientras que los tres fabricantes estadounidenses no han superado el 20% (Ford), según el líder sindical.

Los históricos gigantes de Detroit también se negaron a conceder días adicionales de vacaciones y a aumentar las pensiones, proporcionadas por fondos específicos de cada empresa.

A menos que se alcance un acuerdo "in extremis", el sindicato planea anunciar el jueves 14 de septiembre a las 22H00 de Nueva York qué sitios se verán afectados por los paros laborales.

Según el canal de televisión CNBC, ocho plantas en Michigan y en los estados vecinos de Ohio e Indiana podrían verse afectadas, involucrando a entre 7.000 y 12.000 empleados.

El sindicato representa a unos 146.000 trabajadores del trío en Estados Unidos.

- Un riesgo para Biden -

Para Fain, el movimiento es un punto de inflexión que compara con los años 1930, en particular con la huelga de 1936-1937 en General Motors en Flint (Michigan), verdadero nacimiento del UAW, creado en 1935.

La consultora Anderson Economic Group (AEG) estima que una huelga de diez días podría representar más de 5.000 millones de dólares en ingresos perdidos para la economía estadounidense.

Un conflicto social prolongado podría tener consecuencias políticas para el presidente estadounidense Joe Biden, cuyo historial económico es criticado, en particular por la persistente inflación en el país.

A poco más de un año de las elecciones presidenciales, el mandatario camina sobre terreno espinoso, entre su declarado apoyo a los sindicatos y el fantasma de un golpe a la economía estadounidense mediante una huelga.

"Los consumidores y comerciantes están, en general, relativamente protegidos de los efectos de una huelga breve", explicó el vicepresidente de AEG, Tyler Theile.

Pero con inventarios que representan una quinta parte de los que tenía la industria en 2019, durante la última huelga de GM, "podrían verse afectados mucho más rápidamente" que hace cuatro años, afirmó.

Los analistas de JPMorgan creen que un fuerte aumento de los salarios tendría un impacto en los precios de venta de los vehículos, empujando a los conductores a "conservar su coche por más tiempo" en lugar de comprar un modelo nuevo.

Alrededor de las 19H00 GMT, las acciones de GM (-0,35%), Stellantis (-0,82%) y Ford (-0,40%) cayeron en Wall Street.