Frutos secos y frutas deshidratadas: realzan las celebraciones
Existe una mayor cantidad de estudios científicos centrados en los frutos secos y las semillas. Foto: International Nut and Dried Fruit Council (INC).




Tarragona, España.

Las semillas comestibles con bajo contenido de agua y las frutas a las que se les ha extraído parte de su humedad natural, son dos de las grandes protagonistas de las mesas navideñas.

Además de ser deliciosas, las investigaciones muestran que estos alimentos son un concentrado de sustancias saludables y nutritivas, y que consumirlos con moderación puede ser beneficioso.

 

Las frutas desecadas o deshidratadas, que se producen extrayendo parte de su humedad a distintas frutas mediante un proceso de secado artesanal o industrial, así como los frutos secos, semillas de plantas que contienen menos de un 50 por ciento de agua de forma natural y en su mayoría de árboles (excepto el cacahuete, que es una legumbre), suelen estar presentes en las comidas de Navidad, y Año Nuevo y Reyes, aportando sabor, naturalidad y color a las mesas festivas.

Frutos secos y frutas deshidratadas: realzan las celebraciones

Consumir frutos secos y frutas deshidratadas con moderación y regularidad puede ser beneficios para la salud. Foto: Freepik.

Las últimas investigaciones científicas sobre estos alimentos de origen vegetal, que forman parte de la alimentación humana desde hace miles de años, demuestran su poder nutritivo y propiedades saludables, e invitan a incluirlos de forma moderada no solo en las comidas festivas sino también en la alimentación habitual de las personas no alérgicas a estos productos.

Los frutos secos pueden desencadenar reacciones alérgicas en personas sensibles a sus componentes, mientras que el consumo excesivo de frutas deshidratadas, calóricas y ricas en azúcares, podría ser desaconsejable para quienes presentan diabetes o sobrepeso, por lo que en estos casos deben consumirse con asesoramiento profesional, explican desde el ámbito médico.

Conferencia NUTS 2025 y hallazgos recientes

Las evidencias y hallazgos más recientes sobre los beneficios de estos alimentos para la salud fueron analizados en la conferencia internacional NUTS 2025, celebrada en Reus (Cataluña, España), organizada por la Universidad Rovira y Virgili (URV) y el Institut d’Investigació Sanitària Pere i Virgili, y patrocinada por el International Nut and Dried Fruit Council (INC).

Los participantes en la conferencia (https://nuts2025.com) destacaron el creciente conjunto de evidencias que vinculan el consumo de estos alimentos de origen vegetal, con una mejor salud metabólica, cardiovascular, la fertilidad, el sistema inmunitario, la salud ósea y la función cerebral.

Frutos secos y frutas deshidratadas: realzan las celebraciones

Incluir frutos secos en la alimentación, no lo en las Fiestas, sino también en la semana, puede ayudar a prevenir distintos trastornos. Foto: Freepik.

Durante esa conferencia, en la que participaron 28 expertos internacionales, también se exploraron temas emergentes como el posible impacto del consumo de frutos secos (FS) y frutas deshidratadas (FD) en la depresión, la función inmune, la salud renal y su aplicación en ‘nutracéuticos’ (productos derivados de alimentos que ofrecen beneficios para la salud).

“En general, todas las frutas deshidratadas son bastante similares entre sí, ya que comparten una composición muy parecida, con solo pequeñas diferencias entre unas y otras”,

explica en entrevista con EFE, el profesor Jordi Salas-Salvadó, presidente del Foro Mundial del INC para la Investigación y Difusión en Nutrición y también de la conferencia internacional NUTS 2025.

Semejanzas, diferencias y beneficios específicos

Las distintas FD “presentan características nutricionales semejantes y, en líneas generales, ofrecen beneficios similares para la salud”, recalca Salas-Salvadó, profesor distinguido de nutrición e investigador ICREA-Acadèmia en la URV (www.urv.cat/es).

El profesor Salas-Salvadó explica que “existe una mayor cantidad de estudios centrados en los frutos secos (FS) y las semillas, probablemente porque la industria relacionada con estos productos ha destinado más recursos a la investigación”.

Añade que, dentro de los FS, las nueces, presentan una composición algo distinta (de los demás productos de esta categoría), ya que

“contienen un tipo de ácido graso específico, el alfa-linolénico, que en los últimos años ha demostrado tener efectos beneficiosos para la salud, especialmente en la prevención de enfermedades cardiovasculares”.

Colesterol, envejecimiento y salud cardiovascular

Según explica Salas-Salvadó existen numerosos estudios sobre los FS y las FD y “sus beneficios en relación con el colesterol y la salud cardiovascular están ampliamente demostrados”, mientras que “en los últimos años se ha profundizado también en su posible efecto sobre los procesos de envejecimiento”.

“Cuando hablamos de envejecimiento, surge inevitablemente la cuestión de la cognición (nuestra capacidad mental de procesar información). A medida que la población envejece, aumentan los casos de demencia, y por ello nos interesa especialmente investigar este ámbito”, destaca este experto.

“Diversas investigaciones recientes sugieren que el consumo de frutos secos podría contribuir a prevenir el deterioro cognitivo a través de distintos mecanismos, entre ellos la modulación de la microbiota intestinal (conjunto de microorganismos, sobre todo bacteria, que viven en el tubo digestivo)”, puntualiza.

Frutos secos y frutas deshidratadas: realzan las celebraciones

Fortaleza cognitiva, ósea y muscular

“Al modificarse la microbiota se generan una serie de sustancias que podrían actuar sobre el cerebro y mejorar ciertas funciones cognitivas”, según Salas-Salvadó.

“Asimismo, estamos muy interesados en la investigación del posible impacto de los FS y las FD en otros aspectos relacionados con el envejecimiento”, añade.

En este sentido, este experto destaca que “recientemente, algunos estudios han mostrado que los frutos secos pueden tener efectos beneficiosos frente a la sarcopenia —la pérdida de masa y fuerza muscular asociada al envejecimiento—, un proceso que puede limitar la movilidad y la autonomía de las personas mayores”.

“Además, también se ha observado un posible efecto positivo en la prevención de la osteoporosis, es decir, la pérdida de masa ósea que incrementa el riesgo de fracturas en la edad avanzada”, añade.

Cómo aprovechar sus propiedades

Consultado acerca de cuáles son las recomendaciones para incorporar los FS y las FD a nuestra dieta cotidiana en su justa medida, el profesor Jordi Salas-Salvadó señala que “existen numerosas maneras de disfrutar de estos alimentos”.

“A menudo, estos productos se asocian a tomar un tentempié a media tarde o después de la cena, pero creemos que hay muchas otras formas de incorporarlos a la alimentación”, enfatiza.

Apunta que “hay otras maneras de consumirlos. Por ejemplo, pueden añadirse a ensaladas, formar parte de turrones o distintos dulces, como ocurre en muchos países, además de integrarse en muchas recetas más”.

“Aunque puede resultar complicado tomar diariamente y por separado, un puñado de avellanas, almendras o nueces, o de algunas frutas deshidratadas, resulta mucho más fácil hacerlo, incorporándolos de manera natural al conjunto de la dieta, en distintas preparaciones”, concluye el profesor Salas-Salvadó.

Daniel Galilea