Moscú, Rusia.
La FIFA y los organizadores locales aseguraron ayer que confían plenamente en la seguridad del Mundial de fútbol de Rusia 2018, después de que se filtrara en Alemania un informe que alertaba de un "alto riesgo" de atentados terroristas.
"Los altos estándares de seguridad en Rusia han sido y están siendo adaptados constantemente a los requisitos y desafíos específicos de un evento deportivo tan importante", señaló un portavoz de la FIFA a dpa, justo cuando faltan cien días para que arranque la Copa de mundo.
La Copa Confederaciones, que en 2017 sirvió de ensayo general para el Mundial, demostró "que esos conceptos son efectivos". "La FIFA, por supuesto, está en contacto constante con las autoridades rusas para evaluar los riesgos", añadió el portavoz del ente rector del fútbol mundial.
El diario alemán "Bild" tuvo acceso a un informe reservado de la gubernamental Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA) de Alemania en el que se advierte sobre la existencia de un "alto riesgo" de terrorismo durante el Mundial.
De acuerdo a la información del medio alemán, existen en algunas regiones de Rusia estructuras de terrorismo islamista. Además, la BKA advierte sobre el alto número de combatientes del Estado Islámico (EI) que son de origen ruso.
El informe indica asimismo las cada vez más frecuentes menciones al Mundial de Rusia por parte del EI desde octubre de 2017. En ese sentido, se mencionan las amenazas proferidas a estrellas como Neymar, Lionel Messi o Cristiano Ronaldo.
Los organizadores locales del Mundial también rechazaron las preocupaciones sobre posibles ataques terroristas durante el certamen. "El concepto de seguridad no debe cambiarse", le dijo el comité organizador a dpa el martes en Moscú.
"Se tuvieron en cuenta los escenarios para todo tipo de ataques. Las fuerzas de seguridad rusas, junto con la seguridad privada en los estadios, garantizarán que la fiesta de fútbol en las once sedes se desarrolle sin contratiempos", añadió el organismo.
A pesar de la confianza de la FIFA y los organizadores, el miedo a un ataque terrorista está latente, sobre todo por los antecedentes. En 2015, un guardia descubrió a un integrante del EI con un chaleco explosivo cuando intentaba entrar en el Stade de France para un amistoso Francia-Alemania. El terrorista formaba parte de una cédula que perpetró varios ataques simultáneos en la capital francesa, donde murieron 130 personas.
El año pasado, un ataque al metro de San Petersburgo dejó un saldo de 16 personas muertas, lo que dejó en claro que las ciudades rusas también están expuestas a atentados terroristas.
Ese ataque se sumó a los que se produjeron en el aeropuerto Domodedovo de Moscú 2011 y en el metro de la capital rusa en 2010, una muestra de la vulnerabilidad que han mostrado dos de las ciudades más importantes del país.
En ese sentido, las fuerzas de seguridad advierten repetidamente contra los posibles ataques de los integrantes del EI. Según las agencias de inteligencia de Moscú, miles de ciudadanos de Rusia y ex repúblicas soviéticas se unieron al grupo terrorista en Siria e Irak. Durante meses, ha habido acciones antiterroristas contra presuntos extremistas, especialmente en la zona norte del Cáucaso, dominada por los islámicos.
Para el Mundial, Rusia tiene previsto aumentar las medidas de seguridad, con mayor cantidad de controles y más presencia policial. Solo en el área de Moscú se espera la presencia de unos 6 mil 500 miembros de personal de seguridad para los partidos de la Copa del Mundo.
Además del miedo a un posible ataque terrorista, otro foco de conflicto son los posibles cruces de hooligans, sobre todo tras la batalla entre ultras rusos e ingleses en Marsella durante la Eurocopa de 2016, que dejó más de 35 aficionados heridos.
Para combatir ese problema, las autoridades rusas ya han pedido a diferentes países el listado de aficionados violentos para impedirle su ingreso a Rusia durante el torneo.
El Mundial de Rusia, el evento deportivo más importante de 2018, se disputará en once ciudades del país entre el 14 de junio y el 15 de julio.