Estudio señala papel central de los médicos en los crímenes nazis
Imagen ilustrativa. Foto de Ingo Joseph: https://www.pexels.com/es-es/foto/bandera-de-alemania-frente-al-edificio-109629/




Viena, Austria.

El cuerpo médico desempeñó un "papel central" en los crímenes de los nazis, según un informe presentado el jueves que asegura que al menos 230.000 personas murieron en programas de eugenesia, eutanasia y "brutales experimentos humanos".

"Los crímenes no fueron cometidos únicamente por médicos extremistas" o "bajo coacción", según los resultados de este estudio publicado en la revista científica británica The Lancet, que contradice "las ideas falsas que circulan desde hace mucho tiempo" para minimizar la responsabilidad de la profesión.

En 1945, del 50 al 65% de los médicos alemanes no judíos se habían afiliado al partido nazi, una proporción "mucho más elevada que en cualquier otra profesión universitaria", asegura el documento de 80 páginas que se basa en fuentes universitarias y se describe como "el más completo" realizado hasta ahora sobre las "atrocidades cometidas".

En total, los programas de eugenesia, de eutanasia y "los brutales experimentos humanos" desplegados en un marco médico dejaron "al menos 230.000 muertos" entre discapacitados, pacientes judíos y deportados. Entre 7.000 y 10.000 eran niños.

Además, se realizaron alrededor de 300.000 esterilizaciones forzadas.

"Contrariamente a las ideas recibidas (...), la medicina en la Alemania nazi no era una seudociencia" y la "investigación nazi" a veces se "ha convertido en parte integrante del canon del conocimiento médico", apunta el informe.

Por ejemplo, "la comprensión actual de los efectos del tabaco y del alcohol en el cuerpo se ha nutrido de las investigaciones realizadas en la época nazi".

Algunos criminales gozaron de popularidad después de la guerra sin jamás revelar el contexto de sus investigaciones, como el rector de la Universidad de Viena, Eduard Pernkopf.

  • Su atlas anatómico de referencia, usado en numerosos países sin controversias hasta los años 1990, se realizó a partir de cadáveres de personas asesinadas por los nazis.

Una pionera de la psiquiatría infantil, Elisabeth Hecker, llegó a recibir la Orden del Mérito de Alemania en 1979 a pesar de que había enviado a la muerte a numerosos menores bajo su autoridad.

Los autores recomiendan que estos hechos históricos sean integrados en la formación de los profesionales de la sanidad porque es "sorprendente constatar hasta qué punto sus conocimientos" a menudo se limitan "a una vaga noción de los experimentos de Josef Mengele en Auschwitz".