Guadalajara, Jalisco.

Los trastornos mentales es la pandemia de mayor estigmatización social. Los pacientes con epilepsia y trastorno bipolar tienen mayor riesgo de discapacidad y de quitarse la vida, advierten especialistas en neurología y psiquiatría.

En México se estima que cerca de dos millones de personas padecen epilepsia y cuatro millones, trastorno bipolar, estos trastornos no se curan, pero son controlables de recibir el tratamiento adecuado.

El neurólogo pediatra, Juan Carlos Reséndiz, explicó que la epilepsia afecta cualquier área del cerebro, puede presentarse en edades tempranas y en la edad adulta.

“Es una de las enfermedades crónicas más frecuentes con un alto índice de mortalidad que tienen cosas agregadas a la epilepsia, además puede producir discapacidad”.

Mencionó que, el programa Prioritario de Epilepsia (PPE) del sector salud, recientemente inició con el Registro Nacional de pacientes con epilepsia, en el primer corte hay cinco mil 855 pacientes, de los cuales 586 son de Jalisco.

Por su parte, el especialista en psiquiatría, Manuel Sánchez Carmona, advierte sobre los riesgos del trastorno bipolar sin tratamiento, el cual es discapacitante por los síntomas mixtos que presenta la persona: depresión y manía con riesgo de autoinfligirse.

“Es un padecimiento discapacitante y en la salud mental hay un estigma grande hacia todos estos padecimientos, y los datos de desempleo y de discapacidad que genera son muy altas, la causa de muerte en trastornos bipolares es el suicidio no es el cáncer, no son las enfermedades del corazón, no son las enfermedades infecciosas es el suicido, por lo tanto, es importantísimo mantenerlos sanos”.

Explicó que el trastorno bipolar es un padecimiento bioquímico-cíclico, el ánimo de la persona puede ser de manía, hipomaníaco, maníaco o psicótico y depresivo, un trastorno que no es curable, pero sí controlado.

Ambos padecimientos, entre otros del sistema nervioso central, coinciden los especialistas son tratados con el medicamento atemperator de Rmstrong laboratorios de México ayuda a individualizar la terapia y disminuye los riesgos de crisis.

Desde hace cinco décadas es el tratamiento estándar de más de 16 millones de pacientes de países de Centro América.