Guadalajara, Jalisco.
Desde su presentación en el Festival de Cannes, la cinta "Emilia Pérez", dirigida por Jacques Audiard, ha estado en el centro del debate. La cinta, que llegará a los cines mexicanos el próximo 23 de enero, ha dividido opiniones por su tratamiento de temas sensibles y su aproximación a la cultura mexicana.
El crítico de cine Arturo Garibay, quien vio la película en el pasado Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), reflexionó sobre la experiencia:
"Mientras la película transcurría y yo veía este desbordamiento, este exceso, yo pensaba que la cinta podría gustarme a pesar de todo lo que se ha dicho respecto a ella".
"La película avanza, y yo voy imaginándome, en mi mente ingenua, que estoy ante una farsa, que hay como una intención fársica de hacer una cosa de humor negro, una lectura retorcida de un ciertos temas este reales y digo bueno, también lo podría comprar".
- Uno de los puntos más debatidos es lo que Garibay define como “la mirada del turista”, una percepción que exhibe un desconocimiento y desinterés por la profundidad cultural mexica.
"El problema creo yo, viene cuando la película termina y uno se ve confrontado en términos de idiosincrasia, respecto a las cosas que uno cree y sobre la cosmovisión que uno tiene, como uno piensa uno que es el mundo y como Jacques Audiard lo presenta y ahí es donde empieza creo yo".
"El conflicto con "Emilia Pérez", cuando tu idiosincrasia se ve confrontada. El problema viene cuando el talento de la cinta hablan sobre la película y te das cuenta que en ningún momento dicen que es una farsa".
Para Garibay, el problema no es que la película aborda temas sensibles como el narcotráfico, sino cómo lo hace:
"Lo que le pasa a "Emilia Pérez" es que adolece de falta de autenticidad. Lo curioso es que en el primer mundo no se dan cuenta y esta cinta es un síntoma de lo poco que los otros nos conocen".
"creen que nos conocen porque saben que existe Cancún y Puerto Vallarta, porque saben que existe el tequila, porque saben que existe el mariachi, pero hay un desconocimiento brutal por la cultura del otro. Y creo que "Emilia Pérez no es la enfermedad es el síntoma".