Guadalajara, Jalisco.
Actualmente el trasplante de riñón es la mejor opción de tratamiento a la enfermedad renal crónica, ya que no existe una cura para este padecimiento. Mientras, hay una larga lista de espera para recibir un órgano ya que la donación altruista después de la muerte es baja y se depende de los donadores vivos, principalmente de familiares.
Donar es dar vida y mejorar la calidad de muchos que esperan una nueva oportunidad para seguir viviendo, como le pasó a Priscila quien hace 22 años recibió un riñón. Ella tenía 2 años de edad y fue diagnosticada con insuficiencia renal crónica, sin antecedentes familiares con esta patología.
A sus 33 años, Priscila es licenciada en Ciencias Políticas, está casada, cuida de su alimentación, realiza ejercicio tres veces por semana, visita a su nefrólogo cada tres meses y toma un medicamento de control de por vida.
Lamentablemente la pandemia frenó la donación de órganos y los trasplantes por ejemplo, en el Seguro Social durante la emergencia sanitaria los trasplantes de órganos tuvieron que ser suspendidos; mientras que fueron reactivados en el 2021 y se lograron concluir con la práctica de 192 trasplantes renales, 159 mediante donador vivo relacionado y 33 por donador cadavérico.