Informe OIT: el mundo es más justo que hace 30 años, pero quedan desigualdades flagrantes
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Ginebra, Suiza. 

 El mundo es "más próspero, sano y mejor educado" hoy que en 1995, pero se mantienen flagrantes desigualdades como el hecho de que el 1 % de los más ricos controle el 38 % de la riqueza, concluye un informe sobre justicia social de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

El informe, publicado con motivo del 30 aniversario de la primera Cumbre para el Desarrollo Social celebrada en Copenhague, y a pocas semanas de que una segunda edición tenga lugar en Doha (Catar),

destaca también que una de cada cuatro personas sigue sin acceso a agua potable,

 o que los ingresos de las mujeres aún representan en promedio sólo el 78 % de los que ganan los hombres.

La OIT ha evaluado distintos indicadores para medir los avances hacia la igualdad social en el planeta, y sí ha encontrado notables mejoras en aspectos como la explotación infantil,

ya que si hace tres décadas uno de cada cinco niños se veía obligado a trabajar, ahora la tasa ha bajado a uno de cada 13 (7,8 %).

  • La extrema pobreza ha caído del 40 % de la población mundial al 10 %, mientras que la tasa de escolares que completan la educación primaria ha subido 10 puntos desde 1995 (hasta cifras superiores al 75 % tanto en niños como en niñas) y en los estudiantes de secundaria aumentó 20 puntos, para mantenerse ahora en torno al 60 %.

Entre las "desigualdades persistentes", sin embargo, la agencia con sede en Ginebra recuerda que 800 millones de personas continúan viviendo con menos de tres dólares al día, o que 138 millones de menores de entre cinco y 17 años siguen viéndose obligados a trabajar, la mitad de ellos en oficios peligrosos.

El empleo inseguro sigue siendo el más abundante

OIT recuerda asimismo que un 58 % de los trabajadores aún están en el mercado informal, sin protección legal, derechos laborales ni seguridad social, y que mientras las tasas de desempleo y subempleo han caído en los países de altos ingresos, han crecido en las economías más pobres.

La agencia calcula en este sentido que el porcentaje de parados, personas que no buscan empleo o que no pueden trabajar a tiempo completo ha pasado del 18 % al 22 % en los países de bajos ingresos entre 2005 y 2025, mientras cayó del 12,2 % al 9,7 % en las economías más ricas.

  • El informe resalta la gran lentitud en la que desciende la desigualdad si se tienen en cuenta los indicadores de concentración de riqueza:

la que posee el 10 % más privilegiado en el mundo sólo ha caído tres puntos porcentuales en 30 años y se mantiene en el 53 % del patrimonio total, una cifra "inaceptablemente alta" para la OIT.

El informe alerta por otro lado que el mantenimiento de algunas desigualdades es un factor que explica la decreciente confianza de la opinión pública en gobiernos, sindicatos y empresas, indicativo de "un contrato social en deterioro" donde "cada vez más gente siente que su esfuerzo no está siendo premiado y la sociedad es injusta".

Triple transición

También avisa de los desafíos que en el camino hacia la justicia social afronta un planeta sumido en tres transiciones simultáneas, la ambiental, la digital y la demográfica.

En este sentido, la OIT advierte de que el cambio climático provocará que poblaciones en países vulnerables puedan sufrir caídas de ingresos de hasta el 75 %, o que la transición de combustibles fósiles a energías más limpias

suponga una pérdida de seis millones de empleos en el primer sector mientras creará 24 millones de puestos en el segundo.

En la transición digital, avances como la inteligencia artificial generativa van a transformar la cuarta parte de los trabajos en el mundo, llegando a automatizar totalmente muchos del sector administrativo, uno de los que tiene más representación de mujeres, por lo que éstas podrían sufrir en mayor medida la pérdida de empleo.