El Ártico, una de las regiones más frías del mundo, se está convirtiendo en una zona de ‘calentamiento’ mundial
Kerem Yücel / AFP




Washington DC.

El cambio climático está alterando rápidamente la región ártica de nuestro planeta, según entes especializados como el Consejo de Defensa de Recursos Naturales, lo cual está ocasionando un peligro en el ambiente.

Además, la búsqueda de oportunidades económicas y ciertas tensiones geopolíticas resurgen, mientras las principales potencias del mundo luchan por controlar las rutas marítimas y los depósitos de recursos recientemente accesibles en la zona. 

A pesar de ser una de las regiones más frías y menos pobladas de la Tierra… el Ártico se está convirtiendo rápidamente en un foco clave para Estados Unidos y otras potencias de la región.

Un total de ocho naciones poseen parte del territorio al norte del Círculo Polar Ártico: Canadá, Rusia, Islandia, Finlandia, Noruega, Suecia, Dinamarca y Estados Unidos.

Desde 1996, estos gobiernos han tomado parte en el foro del Consejo Ártico, junto a grupos indígenas como los Sami, los Inuit y los Chukchi, con el ánimo de promover la investigación científica y la conservación del medio ambiente.

Sin embargo, desde el inicio del conflicto entre Rusia y Ucrania en 2022, otros gobiernos del Ártico han suspendido la cooperación con Moscú.

Y esta tensión llega en un momento en el que el derretimiento del hielo debido al cambio climático está convirtiendo al Ártico en una zona de competencia comercial y geopolítica, abriendo nuevas rutas marítimas y haciendo más accesibles los combustibles fósiles y los depósitos minerales.

Rusia controla la mayor parte de la costa ártica y ha construido parte de la infraestructura militar al tiempo que amplía sus reclamos territoriales. También persisten las disputas marítimas, a pesar de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.

Tanto Canadá como Rusia afirman que partes de las nuevas rutas marítimas pasan por sus aguas territoriales, mientras que Estados Unidos aún no ha ratificado el tratado marítimo de la ONU.

Las potencias externas también están presionando, ya que China se ha declarado un “estado casi ártico”, asociándose con gobiernos árticos para invertir en infraestructura e investigación.

Dada la creciente presencia rusa y china, Groenlandia, un territorio autónomo de Dinamarca, aliada de la OTAN, se considera clave para la estrategia ártica de Estados Unidos. La isla ya alberga una base militar estadounidense y recientemente ha visto una mayor concentración militar de Dinamarca.

  • A medida que la región se calienta (tanto literal como políticamente), la competencia por la influencia del Ártico parece que apenas comienza.

Katherine Rodas, Voz de América.