Brasilia, Brasil
Los diputados brasileños pospusieron el jueves la discusión de un paquete de medidas anticorrupción, en medio de acusaciones de que en realidad buscan aprobar una autoamnistía que paralice las investigaciones sobre el escándalo de Petrobras.
El paquete, que contó con el respaldo de 2 millones de firmas, fue elaborado por los fiscales a cargo de la monumental investigación Lava Jato ("lavadero de autos"), sobre la confabulación entre empresarios y políticos que desvió más de 2 mil millones de dólares de los cofres de la petrolera estatal.
Sin embargo, los propios fiscales, jueces y algunos diputados denuncian que existe la intención de incluir en el texto modificaciones que permitan amnistiar delitos de "Caja 2" -donaciones no declaradas ante la justicia electoral-, que suelen usarse para lavar dinero de la corrupción.
La norma bajo estudio -que será discutida y votada la próxima semana- tipifica y endurece las penas de la "Caja 2"; pero, según una lectura que gana fuerza en el Congreso, ello podría abrir la puerta a una amnistía de los casos investigados hasta ahora, ya que ninguna ley se aplica retroactivamente.
"Amnistiar conductas de corrupción y lavado de dinero impactaría no solo las investigaciones y los procesos ya juzgados en el ámbito de la Operación Lava Jato, sino también la integridad y la credibilidad, interna y externa, del Estado de Derecho y de la democracia brasileña", advirtió en un atípico comunicado el juez anticorrupción Sergio Moro, a cargo de la causa Petrobras en primera instancia.
La polémica en torno a esta supuesta amnistía agitó los corredores del Parlamento y el presidente de la Cámara, Rodrigo Maia, decidió aplazar la votación para la próxima semana, alegando que los líderes partidarios no llegaron a un consenso sobre el texto a ser votado.
"Para no votar en forma precipitada en contra o a favor, sin un análisis profundo, lo mejor es dejar esta votación para el próximo martes", afirmó Maia, quien negó tajantemente cualquier maniobra para perdonar delitos de corrupción.
"Ese debate no existe (...), es una confusión de palabras para generar una polémica que debilite la Cámara. Es obvio que ningún diputado o diputada votará ese proyecto sin oír a sus electores. Representamos a la sociedad brasileña", replicó ante periodistas, tras anunciar el aplazamiento.