Alemania.

La presidenta del Consejo de la Iglesia Evángelica en Alemania (EKD), Annette Kurschus, anunció hoy la dimisión de su cargo.

La decisión viene precedida por la difusión de varias denuncias que acusaban a Kurschus de haber tenido conocimiento de un caso de comportamiento sexual abusivo de un empleado de la Iglesia.

"Dimito de ambos cargos de liderazgo eclesiástico", declaró Kurschus, refiriéndose tanto a su cargo de presidenta de la EKD como a su presidencia de la iglesia regional de Westfalia, que ocupaba desde 2012.

"Estoy en paz conmigo misma en este asunto. En todo momento actué con la mejor conciencia y conocimiento", añadió.

Hace poco menos de una semana, en un sínodo celebrado en la ciudad de Ulm, en el sur del país, Kurschus rechazó de manera rotunda las "insinuaciones y especulaciones" publicadas por el periódico "Siegener Zeitung".

• La fiscalía de Siegen está investigando varios casos sospechosos contra un antiguo empleado de la Iglesia que, al igual que Kurschus, trabajó en el distrito eclesiástico de Siegen en los años noventa. Según la fiscalía, aún no está claro si el hombre es culpable de algún comportamiento delictivo.

Respecto deKurschus, lo que se cuestiona es qué sabía sobre la supuesta mala conducta del acusado y cuándo lo supo. La presión sobre la presidenta de la EKD, que representa a unos 19,2 millones de cristianos protestantes, había crecido enormemente en las últimas semanas.

Una asociación de afectados por la violencia social de la EKD se distanció recientemente de la clériga, al poner en duda su credibilidad. Al mismo tiempo, exigió una "aclaración clara, completa e independiente".

Kurschus sostiene que solo tuvo conocimiento del caso de Siegen desde principios de 2023, cuando se presentó una denuncia anónima contra la persona ahora acusada. "Antes de eso, no tenía conocimiento de actos de violencia sexual por parte de esta persona", explicó.

Los presuntos incidentes habrían tenido lugar principalmente en la década de 1990. El acusado está jubilado en la actualidad.