La Policía Federal mexicana detuvo al flamante alcalde del municipio de Cocula, Guerrero (sur), junto a un presunto integrante de Guerreros Unidos, el cártel acusado de participar en la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa hace un año, confirmaron este viernes autoridades.

El alcalde Erick Ulises Ramírez, que asumió su cargo hace un mes, y el presunto narcotraficante Adán Zenen Casarrubias fueron detenidos el jueves en el estado de Morelos (centro), dijo a la AFP una fuente del gobierno bajo condición de anonimato, que confirmó que los dos hombres "estaban juntos" en el momento de su detención.

Las autoridades no han especificado los motivos por los cuales fueron detenidos, pero medios locales aseguran que Zenen Casarrubias es hermano del detenido líder de Guerreros Unidos, Sidronio Casarrubias, acusado de haber autorizado el asesinato de los 43 estudiantes la noche del 26 de septiembre de 2014.

Esa noche, los chicos fueron atacados por policías de la ciudad de Iguala mientras tomaban autobuses para una protesta y posteriormente, según la fiscalía general, fueron entregados a miembros de Guerreros Unidos, que los masacraron al creer que entre ellos había infiltrados miembros de un cártel rival.

Policías de la vecina ciudad de Cocula también participaron en la desaparición de los jóvenes que, de acuerdo con la versión oficial, habrían sido calcinados en un basurero de ese municipio y sus restos esparcidos en un río cercano.

El presidente del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), Carlos Navarrete, confirmó este viernes que el alcalde Erick Ulises Ramírez, perteneciente a su partido, fue detenido junto al presunto narcotraficante el jueves.

Navarrete aseguró que el PRD no tuvo "información de la autoridad de antecedentes o indicios que impidieran la postulación" de Ramírez como alcalde, pero pidió que las autoridades hagan una investigación "exhaustiva e imparcial" para que, en caso de que se pruebe que tiene vínculos con el crimen organizado, asuma las consecuencias políticas.

Un centenar de personas han sido detenidas por el caso de Ayotzinapa, entre los cuales policías de Iguala y Cocula y el exalcalde de Iguala, José Luis Abarca, y su esposa, a quienes se considera autores intelectuales del ataque a los estudiantes.