Guadalajara, Jalisco.

Una vez más la Concha Acústica del Parque Agua Azul fue epicentro de cantos, emociones y música, pues se realizó el concierto “Viva la Concha” que en esta ocasión fue protagonizado por CUCA, un emotivo encuentro donde la agrupación celebró sus 35 años de existencia. 

6 mil 600 personas estuvieron en esta presentación en vivo, realizada en el marco de las celebraciones del 483 aniversario de la fundación de Guadalajara y que además fue con causa, pues para poder asistir fue necesario donar algún juguete en algunos de los centros DIF de Guadalajara. 

Después de una entrada en la que aparecieron el bajista Carlos Avilez, el guitarrista Alejandro Otaola y el baterista Ignacio “el implacable” González, minutos después subió al escenario José Fors, para arrancar el repertorio con ‘D.D.T.T.V’.

Y antes de interpretar ‘Mátame antes’, José Fors mostró su alegría por la celebración a la banda y a Guadalajara.

“En esta doble celebración, y triple si encuentran cualquier otra excusa buena para celebrar. ¿Están listos para una noche de rocanrol?, puro rocanrolero aquí, me siento como en casa. Si no me van a querer, mátenme antes de eso”.

Posteriormente sonaron otros éxitos como ‘Arre Lulú’, del álbum “La Venganza de Cucamonga”, un disco que representó una nueva etapa para la banda en 2015 ya con Otaola como el guitarrista en sustitución de Galileo Ochoa.

Este material les dio tal exposición que los llevó a ser nominados por los Latin Grammys como mejor álbum de rock.

CUCA recorrió diferentes épocas, con éxitos más recientes como ‘No me digas que no’ o ‘Más daño’, esta última donde colaboró el tecladista Omar Ramírez; y clásicos como ‘Necesito cirugía’, ‘El hombre de la marcha’ y ‘Acariciando’.

Fue luego de la interpretación de ‘Implacable’, del primer álbum de CUCA “La invasión de los Blátidos”, que “el implacable” González, solitario en el escenario, por varios minutos emocionó a las miles de personas con su solo de batería. La explanada no paró de corear su nombre.

En la recta final, el concierto no podía terminar sin la interpretación de emblemáticas piezas como ‘El son del dolor’, y también ‘La balada’, donde el sonido de la guitarra acústica generó uno de los momentos más emotivos de la noche.

Y fieles a su estilo explosivo, CUCA se despidió con ‘Señorita cara de pizza’, para así, cerrar una edición más del ‘Viva la Concha’.