Primero fue Harambe, un gorila sacrificado en Cincinnati, Estados Unidos, porque un niño invadió el recinto de los gorilas en el zoológico local.
Y ahora fue Bantú, un gorila africano que murió en medio del traslado de la Ciudad de México a Guadalajara, por culpa de una sustancia que le provocó un paro respiratorio.
Estos dos hechos han ocasionado que reviva el debate sobre la pertinencia de eliminar los zoológicos en el mundo. Para el especialista en gorilas, Celso Cerda González, y quien ya ha trabajado con estos especímenes del zoológico Guadalajara, lo mejor sería cambiar el paradigma y pensar en espacios más abiertos, como reservas ecológicas.
Este martes por la noche, Cerda González presentó una ponencia en la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística. Y el tema principal fue los gorilas en cautiverio.
El cirujano de profesión repasó las anécdotas que lo hicieron trabajar con los gorilas del zoológico de la ciudad. Animales gregarios, familiares y cercanos, los gorilas son una de las especies que más se asemejan al hombre.
Sobre el caso de Bantú, Cerda González espera que puedan reformarse las leyes que hoy prohíben la importación de animales en peligro de extinción. Y esto, debido a que hoy se tienen dos hembras en el zoológico Guadalajara que se quedaron esperando al macho alfa para continuar con la reproducción de la especie.