Ciudad de México, México
La Comisión Nacional de Derechos Humanos de México (CNDH) pidió el sábado al gobierno que apoye a los saturados albergues y centros humanitarios para migrantes en las fronteras de Tijuana y Mexicali, donde se registra un incremento de la llegada de haitianos y africanos que buscan llegar a Estados Unidos.
Tras atravesar la frontera sur del país, unos 300 haitianos y africanos llegan diariamente hasta estas ciudades del estado de Baja California, donde ahora "se encuentran en situación de calle y no pueden cubrir sus necesidades básicas, especialmente niñas, niños y adolescentes, mujeres embarazadas y personas de la tercera edad", explicó el Ombudsman en un comunicado.
Los haitianos y africanos esperan ser atendidos por las autoridades estadounidenses para solicitarles asilo, pero solo un promedio de 60 personas al día logra acceder a las oficinas, precisó.
La CNDH pidió a la Secretaría de Gobernación que apoye a los albergues para que puedan brindar alojamiento, alimentación, aseo y atención médica-psicológica a los migrantes.
De su lado, se le pidió a la cancillería que negocie con los países involucrados en este caso para hallar una salida al problema con pleno respeto a los derechos humanos, y que pacte con autoridades estadounidenses un aceleramiento del proceso de atención y el aumento del número de solicitudes de asilo que se reciben, a fin de disminuir la estancia de espera.
La Comisión también pidió que estas medidas estén en operación durante el tiempo que se requiera "para evitar la consumación irreparable de hechos violatorios a los derechos humanos".
Desde mayo pasado, la llegada masiva de estos migrantes puso en jaque las oficinas migratorias de esta zona fronteriza, con interminables filas de personas venidas de horizontes tan lejanos como Guinea, Angola, Congo y Haití, quienes pasan las noches y los días formados a la espera de ser atendidos por las autoridades estadounidenses.
México comparte con Estados Unidos una frontera de más de 3 mil kilómetros, una de las más transitadas del mundo. Por ahí, cada año pasan miles de migrantes de forma legal e ilegal.
Normalmente, la mayoría de los pasantes clandestinos son centroamericanos, que llegan a México desde la frontera con Guatemala, exponiéndose a secuestros, extorsiones y violaciones por parte de miembros del crimen organizado y hasta de autoridades corruptas.