Washington, Estados Unidos.
La carrera contrarreloj comenzó nuevamente en el Congreso de Estados Unidos para intentar cerrar antes del fin de semana el presupuesto federal acordado el jueves, y alejar así la amenaza de una parálisis de servicios públicos.
Los negociadores de la Casa Blanca, la Cámara de Representantes y el Senado presentaron a primeras horas del jueves un texto con un presupuesto por 1,2 billones de dólares, que permitiría financiar al gobierno federal hasta fines de setiembre.
Este texto debe ser aprobado por las dos cámaras del Congreso antes del viernes a medianoche para evitar que se corte el flujo de fondos a dependencias públicas, entre otros.
Son 1.012 páginas producto de duras negociaciones, que contienen además muchas medidas diplomáticas.
- Por ejemplo, el proyecto de ley prohíbe todo financiamiento directo de Estados Unidos a la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos, la Unrwa, en el centro de una controversia desde que Israel acusó a 12 de sus 30.000 empleados de estar involucrados en el ataque de Hamas del 7 de octubre.
En el texto se destinan fondos a Taiwán. También hay medidas sobre inmigración, un tema explosivo en la campaña electoral. La iniciativa prevé contratar agentes para la policía fronteriza.
Para cerrar el presupuesto, el proyecto de ley incorpora una letanía de medidas, como la prohibición a las embajadas estadounidenses de izar la bandera arcoiris de la comunidad LGBT, algo que algunas tenían costumbre de hacer en fechas específicas.
Otro texto aprobado el 9 de marzo ya había asegurado financiamiento para otra parte el presupuesto 2024.
- Dejà vu -
Estados Unidos está empantanado desde hace meses sin adoptar una ley de presupuesto que cubra todo el año fiscal 2024, que termina el 30 de setiembre.
En medio de tensiones en el Congreso por la campaña electoral, el Legislativo solo ha logrado aprobar leyes de corto plazo para prolongar el presupuesto federal por algunos meses, incluso días.
Cuando estos financiamientos de corta duración están por expirar, como ocurrirá el viernes, surge el fantasma de la parálisis del Estado federal, lo que los estadounidenses llaman "shutdwon".
Este impopular "shutdown" supone que los controladores aéreos no recibirán su paga, oficinas públicas permanecerán cerradas, así como los parques nacionales, y mucha ayuda alimentaria no llegará a destino, entre otras consecuencias.
La votación podría tener lugar el viernes por la mañana.