El apoyo y el éxito profesional es la suma de trabajo y esfuerzo.
Sacrificio es lo que predomina en las horas que hay detrás de un proyecto. El camino a la innovación es un reto que pocos afrontan y esta semana Jalisco fue parte de una de los Campus Party más ambiciosos realizados en el mundo hispano. Se llevó a cabo el primer hackathon mas grande del mundo con 265 propuestas que fueron recibidas.
El tema principal: combate a la pobreza. Doce equipos finalistas y un millón de pesos en juego. Javier Dávila y su equipo Brainiacs fueron los ganadores con una propuesta basada en programación que ejerce el combatir la pobreza en comunidades de difícil acceso.
Conectividad y paneles solares para comunicar y educar a la población. Requirieron de doce meses para recaudar fondos y financiar el proyecto.
A México no le falta propuesta, el talento está listo y quedo claro en esta séptima edición de Campus Party con todos los proyectos de mucho valor. Sin embargo dentro de la premiación no hubo incentivo de aceleramientos sustentables, ninguna empresa apostó por educación y aceleramiento para crecer y potencializar proyectos.
A Campus Party le faltó apoyar de raíz al crecimiento y la aceleración de inversiones reales a proyectos reales. Un patrón de aceleramiento a las tareas y gestión de seguimientos.
Faltó que los expertos de la industria negociaran los beneficios de crear empresa y delegaran el conocimiento de lo complicado que es emprender y lo que representa validar un mercado, no solo dar incentivos que hacen su función de navidad.