Burocracia y desdén legislativo: la encrucijada de Katerin y su lucha de años para ser trasplantada



Guadalajara, Jalisco.

"A nosotros nunca nos hacen caso, creen que somos invisibles, que no hay nadie de esta enfermedad, siendo que no: somos el país con el número uno de esta enfermedad y dicen que somos invisibles, claro que no, hay millones de personas que tienen esta enfermedad".

Así, se lamenta Katerin, quien acaba de cumplir 15 años y está muy cerca de perder su lugar en la lista de espera infantil para un riñón, ya que al cumplir 16 será pasada a la lista de adultos en donde sería de las últimas:

"Pues más que nada a mí me pasarían a adultos y en la lista de adultos la fila es enorme. Si aquí soy la níumero uno, allá puedo ser la mil ocho mil y pues yo ya no estoy en condiciones para esperar tantos años, yo ya no estoy bien".

A Katerin la tiene que cargar su hermano mayor porque ella, aunque puede caminar, se cansa mucho, sus piernas se están deformando debido al daño óseo que ya presenta, además de las alteraciones cardiacas:

"Yo ya estoy muy mal, estoy enferma del corazón, mis huesos ya no están bien, y poco a poco me voy empeorando. Entonces, si pasa el tiempo hasta yo puedo llegar a morirme esperando un riñón. -¿Eso es lo que necesitas? Sí, yo ya necesito un riñón urgentemente".

Por esta razón, Katerin está muy triste, ya que los diputados echaron para atrás una ley en la que ella y muchos pacientes, familiares y asociaciones civiles participaron y con la que tienen la esperanza de que puedan obtener el órgano que tanto necesitan. Ante esa realidad, la joven lanza un llamado de auxilio:

"Pues que si está en sus manos poder aprobar la ley que lo hagan, podrán salvar muchas vidas. -¿Tú sabes lo que dice la ley? Sí, de los órganos, que tan sólo si está por escrito de la misma persona que quiere donar, que terceras personas no se metan".

Desde la Legislatura pasada, la iniciativa se encuentra en la congeladora. Esta ley contempla la donación tácita, pues la figura aplicaría para aquellos que no manifiesten lo contrario, y en caso de expresar en vida la voluntad de ser donador, ya no se requerirá la consulta a los familiares después de su muerte.

A decir de especialistas, esta ley podría quintuplicar las donaciones y se reducirían en mucho las listas de espera.