Buenos Aires, Argentina.
Los archirrivales argentinos Boca Juniors y River Plate igualaron este domingo 2-2 (2-1) en la ida de la final de la codiciada Copa Libertadores y dejaron abierta la histórica definición para el choque decisivo el 24 de noviembre en el estadio Monumental.
El partido, que se jugó sin público visitante por cuestiones de seguridad, fue trasladado a este domingo tras la suspensión el sábado por una lluvia torrencial que azotó a Buenos Aires.
Ramón 'Wanchope' Abila (33) abrió el marcador para Boca, Lucas Pratto lo empató (35) y Darío Benedetto de cabeza convirtió el segundo al 45+1.
Carlos Izquierdoz, a los 60, anotó en contra de su arco, al intentar desviar un centro de Gonzalo Martínez, y le dio la igualdad al millonario.
Si se registra un empate en la vuelta de la histórica final en el Monumental de River, habrá alargue y, de permanecer la igualdad, definición por penales. En la finalísima, el gol de visitante no se toma en cuenta como ventaja adicional.
Sin su DT Marcelo Gallardo, impedido de estar de La Bombonera por una sanción de la Conmebol, River logró un empate valioso mientras a Boca le quedó gusto a poco, pese al empuje de la afición local que llenó el estadio y no dejó de alentar durante todo el partido.
Su reemplazante en el banco, Matías Biscay, sostuvo que el equipo millonario fue el dominador del superclásico.
"Lo principal fue el funcionamiento del primer tiempo tuvimos superioridad y fuimos dominadores del juego en la cancha de Boca, creamos situaciones de gol", dijo en conferencia de prensa tras el partido.
Sobre los 90 minutos el arquero Franco Armani salvó a River de la derrota, al tapar en un mano a mano frente a Benedetto que había quedado frente al arco tras un pase y una gran jugada de Carlos Tevez.
La superfinal de la Libertadores 2018 tiene todos los condimentos emotivos. Enfrenta a los archienemigos del fútbol argentino y será la última vez que se juegue con un ida y vuelta, ya que en 2019 será un solo encuentro en Santiago de Chile.