
NAVIDAD.
La Navidad se asocia muchas veces únicamente a luces, comidas y regalos, pero hay personas y organizaciones que en esta época redoblan esfuerzos para apoyar a los más vulnerables, como la Fundación española Pan y Peces, ubicada en el popular distrito madrileño de Puente de Vallecas, con la que ha hablado EFE.
Paloma Iriarte, encargada del área de Comunicación y Fundraising de Pan y Peces, señala que su labor de llevar alimentos a las familias más necesitadas se realiza durante todo el año.
Sin embargo, en diciembre, además de las entregas de productos básicos, “incluimos turrones y dulces navideños, los cuales se obtienen del aporte a unas campañas específicas para este fin. Esto permite que las familias puedan tener algo para celebrar la Navidad”, nos explica.
También entregan juguetes a los niños que son miembros de las familias que atienden.
“Aquí vienen los Reyes Magos y pueden venir los niños a recogerlos; en otros casos, las familias los ponen en sus casas”, cuenta.
“Aquí vemos a muchas personas que podríamos ser cualquiera de nosotros, y siempre es bueno pensar que estás ayudando porque en un futuro puedes ser tú quien lo necesite. Intentamos plantear eso para que la gente entienda que no ayudamos a gente que está en la calle sin hacer nada, sino que trabajan, ponen todo su esfuerzo pero sus ingresos no son suficiente para cubrir todas las necesidades mensuales”.
Sobre Pan y Peces
Esta fundación inició su andadura en Madrid en 2011 bajo la dirección del Padre Javier Repullés S.J., fallecido en 2023. “Él, inicialmente, en la Capilla de Cachito de Cielo (ubicada en el barrio de Chueca), en la que era sacerdote, atendía junto con unas religiosas a habitantes de calle; les ayudaba con un café y un bocadillo para que tuviesen algo calentito que llevarse al cuerpo durante el día”, explica Iriarte.
Posteriormente, con las crisis económicas que han afectado a España, comenzaron a acudir familias cuya situación había empeorado y que no podían hacer frente a los gastos básicos del hogar.
“A raíz de esto se fundó Pan y Peces, con la idea de poder ayudar a aquellos que aún teniendo una casa, y vivir en familia, pero debido a una situación de vulnerabilidad no contaban con una situación económica suficiente para cubrir todos los gastos. Todo se concibe como una ayuda mensual de alimentos y otros productos de higiene”, concreta Iriarte.
Cada una de las familias recibe ayuda por un período máximo de dos años, salvo casos excepcionales, con el objetivo de apoyar así al mayor número de hogares posibles.
Paloma Iriarte explica que la mayor parte de las personas que colaboran —unos 70 en total— son voluntarios. De ellos, entre 14 y 16 acuden cada día. “Somos dos personas trabajando y el resto son voluntarios.
La mayoría conocían al fundador y desde el inicio han apoyado con su trabajo. En la época de Navidad lo que hacemos es juntar todos los repartos de alimentos en las tres primeras semanas”, cuenta.
En épocas como ésta, de Navidad, animamos a la gente a colaborar:
"Diez euros al mes, que para la mayoría no supone un gran esfuerzo, aquí hacen mucho porque nos permiten tener un fondo fijo".
- Y también, si lo desean, se pueden poner en contacto con la fundación para conocer otras formas de colaboración, nos dice Iriarte.

Voluntarios de la Fundación Pan y Peces preparando las cestas de alimentos para las personas beneficiarias.Fotografía de cortesía.
La gratitud de las personas como motivación
Este es el caso de Marcelino Díaz, un pensionista madrileño que colabora con la Fundación Pan y Peces desde hace ya doce años.
“En un principio era el encargado del almacén y de toda la logística; ahora, como ya estoy un poco mayor y me cuesta más trabajo esas labores, ayudo en el movimiento de mercancías y el reparto de los alimentos, cosas que me suponen menos esfuerzo físico”.
Díaz tenía claro, nos dice, que cuando se jubilara quería dedicar parte de su tiempo a una labor solidaria. Conoció la fundación, le gustó y afirma “seguir hasta que no pueda más”.
Considera que la solidaridad no solo es necesaria en Navidad sino durante todo el año: “La gente necesita vivir y sobrevivir durante todos los meses, no solo en Navidad”.
Para él, una de las motivaciones para continuar es la gratitud de las personas. “A lo mejor un día vas por la calle, andando por un sitio un poco distante de la Fundación, y alguien te reconoce y te dice: ‘Mira, de Pan y Peces, muchas gracias por todo’. La verdad es que eso te da mucha satisfacción por lo que estás haciendo”.
Este voluntario comprometido enfatiza que la sociedad debería tener más conciencia de las necesidades ajenas y no dejarse influir por prejuicios. Por ejemplo, algunos son reacios a colaborar porque siempre se puede ver algún caso de solicitante que llega en coche y asumen, por ello, que no necesitan esta ayuda sin conocer realmente su situación.
Como recuerda este voluntario rememorando las palabras del padre Repullés, impulsor de esta fundación: ‘Nosotros tenemos que estar satisfechos con lo que hacemos y no importa qué hace la persona que recibe. Con toda nuestra buena fe, debemos intentar ayudar'.
- ¿Y si bailamos a ritmo de Bach esta Navidad? - 24 diciembre, 2025
- El brillo se rinde a la calidez en Navidad- 24 diciembre, 2025
- Ayudar en Navidad no basta, es necesario ser solidario todo el año- 24 diciembre, 2025
UDGTV
Radio UdeG




















