Un Puente es una Persona Cruzando un Puente
Rafael RojasImaginación Revolucionaria
Transcripción
GABRIELA BAUTISTA: Hoy en día seguimos viviendo en América Latina inercias que nos dejó la Guerra Fría. Este acontecimiento histórico reconfiguró para siempre a nuestra región y al mundo. Es la época de las guerrillas y las dictaduras, la era del espionaje y la tensión nuclear; la era espacial, la división de territorios y la crisis diplomáticas. A Rafael Rojas le interesa esta etapa de la historia porque fue en ella que surgió entre todas las personas, todos los actores políticos, escritoras, escritores, intelectuales, estudiantes, trabajadores y sociedad latinoamericanas una imaginación revolucionaria. Toda revolución es un horizonte en el que desembocan deseos, fantasías, resistencias, pensamientos, tensiones. Rafael Rojas estudia los cambios en la cultura y la política en latinoamérica, especialmente durante la Guerra Fría. Y está atento a las voces que se levantan y conversan en un diálogo continental diverso del que hemos aprendido que no podemos encasillar a nuestra región en una sola visión.
RAFAEL ROJAS: Ahora, el reto ahí tomando un poco tu palabra es, cómo construir un una nueva identificación regional, en este caso latinoamericana y caribeña, sin desdibujar esas alteridades. Porque ya nos dimos cuenta de que el intento de avanzar en la integración sobre la base de las identidades nacionales no funcionó. Entonces hay que volver a plantear, hay que crear una nueva plataforma. Y tal vez la ausencia de esa plataforma a un nivel intelectual y discursivo explique por qué estamos en estas horas tan bajas del integracionismo latinoamericano. Es decir, por qué no hemos sabido colocar en el centro de ese integracionismo justamente la diversidad.
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GABRIELA BAUTISTA:
OP. PUENTEGABRIELA BAUTISTA: Muy bien, bueno, pues muchas gracias doctor Rafael Rojas por estar con nosotros en este podcast que hacemos juntos la Cátedra Latinoamericana Julio Cortázar y también Radio Universidad de Guadalajara.
Bienvenido a Radio Universidad de Guadalajara, doctor.
RAFAEL ROJAS: Muchas gracias, encantado de estar aquí de vuelta.
GABRIELA BAUTISTA: Muchas gracias, Doctor. Pues queremos iniciar esta charla preguntándole que si puede compartir con nosotros una historia de usted que lo llevó a revisar los cambios políticos y también de las políticas culturales en América Latina.
RAFAEL ROJAS: Bueno, el tema de las políticas culturales en América latina y específicamente en la Guerra Fría de América Latina entre los años 50, los años 80 siempre me ha interesado desde que comencé a escribir y a trabajar académicamente con temas latinoamericanos. Claro, en un inicio no pude dedicarle todo el tiempo que quería porque tenía otras investigaciones en curso, especialmente sobre el siglo XIX, las relaciones entre México y América Latina, que fue el tema de mi tesis de doctorado; pero a partir de un momento sí comencé a investigar y a escribir sistemáticamente sobre el asunto y un libro mío que publicó la la editorial Taurus del grupo Santillana en 2018 se llamó La polis literaria, el boom, la revolución y otras polémicas de la Guerra Fría. Y ahí hice una primera reconstrucción. Revisé las publicaciones fundamentales de la región en esa época, como la revista Cubana Casa de las Américas, el semanario Marcha, la revista Mundo Nuevo, la revista Libre, pero me quedaron cosas por ver. Sobre todo, yo diría cosas relacionadas con los epistolarios, las cartas entre los escritores, los editores y eso es lo que he podido hacer más recientemente en un libro que que acaba de publicar en Siglo XXI en la Ciudad de México que se llama, La historia como arma, los intelectuales latinoamericanos y la Guerra Fría. Yo diría que esos dos libros, La polis literaria del 2018 y este, La historia como arma, son las mis contribuciones, digamos, a esa discusión.
GABRIELA BAUTISTA: ¿Nos podría profundizar un poquito en por qué le interesa esta etapa de la historia, la Guerra Fría?
RAFAEL ROJAS: Bueno, ese periodo de la Guerra Fría de los años 50 a los años 80, que coincide a su vez con el Macartismo, con la con la política anticomunista más agresiva desde Estados Unidos y los países de de Europa Occidental, creo que es el periodo que concentra una mayor tensión o confrontación a nivel ideológico y político en nuestra región. Hay que recordar que son las décadas de las dictaduras militares anticomunistas de la de de la Guerra Fría latinoamericana, pero es también el periodo de las guerrillas, de las revoluciones, de la experimentación marxista, de las izquierdas más radicales. Yo diría que se llegó a un punto de máxima expresión por un lado del autoritarismo y por el otro lado de la imaginación revolucionaria, por decirlo así. Y eso naturalmente conmovió, estremeció, involucró a los escritores, las escritoras, los intelectuales de la región. Yo creo que de ahí sale el interés, digamos. En mi caso personal por estudiar y explorar ese pasado muy reciente, yo diría que todavía actual, yo no estoy tan seguro de que hayamos rebasado del todo el periodo de la Guerra Fría en nuestra región.
GABRIELA BAUTISTA: Doctor, antes de pasar a nuestra siguiente pregunta, me parece que ha dicho usted “imaginación revolucionaria”, me parece muy poderoso. ¿Nos puede contar un poquito sobre...
RAFAEL ROJAS: Sí. Bueno, cuando hablo de imaginación revolucionaria me refiero a todos estos proyectos que podemos constatar, sobre todo entre los años 60 y 70 en las muy diversas izquierdas de la región que tratan de prefigurar o proyectar un orden revolucionario, un cambio social y político, pero tendiente a un orden revolucionario desde muy distintas perspectivas. Por ejemplo, en Cuba, como sabemos, triunfó una revolución, se construyó un sistema socialista muy endeudado con la Unión Soviética y los socialismos reales, como se llamaban, de Europa del Este. Pero hubo otros actores políticos de la época que buscaron socialismos alternativos. Un caso ejemplar es el del Che Guevara, el guerrillero intelectual también y teórico de la guerrilla marxista argentino que tuvo una parte importante en la primera etapa del socialismo cubano; pero después intentó llevar la guerrilla, la revolución, a lugares tan distintos como el Congo o Bolivia en el centro de de Sudamérica. La obra del Che Guevara está directamente ligada con un ejercicio de imaginación revolucionaria, porque lo que está buscando es otro tipo de revolución, no como la China, no como la Soviética, yo creo que al final ni siquiera exactamente como la cubana. Pero también sabemos que desembocan en el horizonte revolucionario, por ejemplo, los católicos de después del Concilio Vaticano II. Tenemos los misioneros jesuitas involucrados en muchas de estas guerrillas. Tenemos una figura fascinante como la del sacerdote colombiano Camilo Torres. Sabemos que el feminismo latinoamericano en los años 60, 70 se reactiva muy fuertemente a favor de la revolución. Es decir, que la revolución es como un horizonte en el que desembocan actores muy diversos que producen un ejercicio de imaginación revolucionaria.
GABRIELA BAUTISTA: Un ejemplo de esta cuestión de diversidad, tiene que ver con la literatura de América Latina, de la que Rafael Rojas también es especialista. A la par del ejercicio de imaginación revolucionaria, durante la Guerra Fría en América Latina hubo una reconfiguración y revisión de las identidades, por lo tanto, también hubo una importante Revolución Literaria. Entre los años 60 y 70 del siglo XX la novela latinoamericana vivió una explosiva renovación. La crítica intentó captar el fenómeno con la onomatopeya de "boom”, una crítica que se produjo en centros académicos de Estados Unidos y Europa.
RAFAEL ROJAS: ...esa crítica canónica, digamos, llegó como a oficializarse y a fijar su atención fundamentalmente en cuatro escritores. Carlos Fuentes, Julio Cortázar, Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa. Un mexicano, un argentino, un colombiano y un peruano. Entonces, claro, vamos, la evidencia sobra en torno a la calidad de esos cuatro escritores; la gran capacidad que tuvieron cada uno de renovación de las poéticas literarias; de las formas de narrar el pasado y el presente de América Latina.
GABRIELA BAUTISTA: Sin embargo limitar un movimiento literario tan importante como el boom latinoamericano a esos cuatro escritores,
RAFAEL ROJAS: ... no es exactamente correcto, o es insuficiente.
GABRIELA BAUTISTA: Ya que Rafael Rojas observa los cambios en la cultura de América Latina, vino a la Cátedra Latinoamericana Julio Cortázar a hablar de otra perspectiva del Boom, una en la que caben muchos más escritores que los cuatro célebres que mencionamos anteriormente.
RAFAEL ROJAS: Digamos que un efecto un poco de los estudios culturales latinoamericanos es que cuando una figura tiene una gran referencialidad proyecta como una especie de luz que ensombrece los alrededores. Yo creo que es parte del Boom como problema, el Boom no solo, ¿verdad? Como este fenómeno que hay que celebrar porque tuvo esa gran capacidad de renovación, pero genera una visión rígida y limitada de lo que fue el campo literario latinoamericano.
GABRIELA BAUTISTA: Observar, criticar y proponer más perspectivas para el Boom latinoamericano, se ha convertido entre las y los especialistas, en la madre de todas las polémicas.
RAFAEL ROJAS: Entonces el Boom tiene problemas, digamos, en su definición, ya sea por la nómina, por los que integran el Boom, por su periodización, porque muy rígidamente se quieren marcar el Boom entre el año 59, 58, 59, cuando aparece La región más transparente de Fuentes, y el año 72 cuando se le quiere dar como una como un acta de defunción, ¿verdad?
GABRIELA BAUTISTA: Así, Rafael rojas habló en su conferencia de la perspectiva de un crítico uruguayo, Ángel Rama, quien observó cómo funcionaban las y los escritores a nivel continental en esa época.
RAFAEL ROJAS: Y entonces él nos ofreció una visión más amplia, no centrada en estos cuatro autores. Le dio mucha importancia a las dinámicas editoriales, a las Sudamericanas en Argentina, Seix Barral en Barcelona, en España específicamente; las editoriales mexicanas que estuvieron involucradas en el Boom, el Fondo de Cultura Económica, Siglo XXI, Era, que está en los alrededores del Boom, y le dio mucha importancia también a los escritores que para muchos eran como menores, o sea... contemporáneos de Cortázar en Argentina, por ejemplo, como David Viñas que no tenían tanto reconocimiento. O escritores también como Julio Ramón Ribeyro, Álvaro Mutis en Colombia que estaban, a veces estaban bajo esa luminosidad que proyectaban autores como García Márquez y Vargas Llosa.
GABRIELA BAUTISTA: Aún así, Ángel Rama también revisó poco la literatura hecha por mujeres.
RAFAEL ROJAS: Yo creo que la crítica más reciente, la crítica literaria más reciente en nuestra región, ha atendido a una zona poco explorada, incluso por Rama, que es la literatura escrita por mujeres. Las escritoras son las que algo dijo Rama sobre Rosario Castellanos, sobre el Elena Garro, pero no fue exhaustivo, son es la son las últimas generaciones de críticas literarias de nuestra región las que han puesto el foco de atención en la literatura femenina. Pongo dos casos que que a mí me gustan mucho porque he trabajado antes dos escritoras cubanas, pero exiliadas, Nivaria Tejera que se exilió en París en la misma época de Cortázar. Con una obra muy experimental, parecidísima, en lo experimental a Cortázar, aunque con su propia línea. O Julieta Campos, una escritora cubana pero exiliada en México. Ella estaba casada con Enrique González Pedrero, un intelectual y político yucateco muy importante. Hizo una obra extraordinaria de ficción y también de crítica literaria. Ella fue muy cercana al grupo de Octavio Paz y la revista Vuelta, e hijo Julieta Campos, bueno, el problema... muchas veces se compara su obra con la de Fuentes, creo que están emparentados, pero entonces Fuentes opaca a Julieta Campos, así como Cortázar opaca a Nivaria Tejeda.
GABRIELA BAUTISTA: Además, al Boom tampoco se le puede encasillar únicamente por razones estéticas. La diversidad de la literatura latinoamericana abarca muchos planos de la imaginación revolucionaria, porque la nueva novela latinoamericana no solo tenía que ver con el realismo mágico o con una herencia barroca en América Latina:
RAFAEL ROJAS: Lo que dice Rama, en su crítica es que no, porque hay una parte del Boom que siguió siendo literatura, como se llama, de la tierra, literatura rural. Hay otra parte del boom que tiene que ver con lo que Rama llamaba el Realismo Social, que es un poco esta literatura más comprometida con los cambios revolucionarios que él veía en un autor como David Viñas, por ejemplo. Como él decía, una vuelta de la literatura campesina como la de Reinaldo Arenas en en su primer libro, sobre todo en Celestino antes del alba. Y Rama decía, "Eso también es el boom, ¿no?"
GABRIELA BAUTISTA: Este podcast se llama Un Puente es una Persona cruzando Un Puente. Rafael Rojas se pregunta si la Guerra Fría ya pasó como periodo histórico y cuál fue el destino de los diversos proyectos que detonó la imaginación revolucionaria, sobre todo porque hoy, en pleno 2025, América Latina enfrenta nuevos retos, tensiones políticas y culturales que tienen en un centro muy importante la enorme diversidad de nuestra región. Soy Gabriela Bautista.
RAFAEL ROJAS: Sí, bueno, estamos en un momento realmente paradójico de nuestra región, porque yo creo que que nunca antes el proceso de integración de los países latinoamericanos había estado tan débil. Hay muy poca capacidad realmente de interlocución entre los gobiernos, las sociedades y yo diría las culturas de la región.
Estamos en un momento de mucha fragmentación y aislamiento en la comunidad latinoamericana y del Caribe. Entonces, si uno sigue, por ejemplo, las cumbres de la CELAC, que es el órgano organismo que reúne a los gobiernos latinoamericanos, verá que cada vez menos mandatarios van muy pocos. A la más reciente en Tegucigalpa, Honduras, fue menos de la mitad. Claro, esa desintegración es resultado de las divisiones ideológicas y políticas que hay, porque tenemos en los últimos años el ascenso de una nueva derecha muy agresivamente antilatinoamericanista, vamos a ponerle así. Primero el gobierno de Bolsonaro en Brasil, luego el gobierno de Javier Milei en en Argentina, el gobierno de Nayib Bukele en El Salvador, el gobierno de Daniel Novoa en en Ecuador. Son gobiernos que por principio discursivo, ideológico, casi plantean, ponen en duda, la propia integración latinoamericana. Se interesan más en una relación prioritaria con los Estados Unidos de Donald Trump. Y Trump y el trumpismo alienta el ascenso de esa nueva derecha. Entonces, yo digo que es paradójico porque desde hacía mucho tiempo que América Latina no se enfrentaba a un gobierno de los Estados Unidos tan contrario a sus intereses como el de Donald Trump; pero la capacidad de respuesta de América Latina es más débil en la medida en que la agresividad de los Estados Unidos es mayor. Y entonces es muy interesante tu observación sobre la lo que sería la inercia o la continuidad de la Guerra Fría, porque justo ahora estamos viendo muchos fenómenos parecidos a los de los años 60 y 70. Tenemos esta tendencia autoritaria en la región, un nuevo conservadurismo, un nuevo derechismo y un nuevo anticomunismo también. El discurso oficial en los Estados Unidos es profundamente anticomunista. Se identifica con el socialismo todo, ¿sabes?, desde Barack Obama hasta el feminismo, o los movimientos muy interesantes de las izquierdas hispanas y latinas en los Estados Unidos que están defendiendo los los intereses y los derechos de los migrantes. Entonces es un gobierno xenofóbico, muy racista y muy anticomunista también. Entonces todo eso tiene resonancias justamente de la Guerra Fría.
GABRIELA BAUTISTA: Doctor, ¿le preocupa este avance de las derechas en esta región?
RAFAEL ROJAS: Definitivamente, porque es constatable ese avance en los gobiernos que ya están inscritos en esas derechas, que priorizan además su su relación de amistad, así acrítica, con Trump y la derecha republicana en Estados Unidos. Pero en algunos países estamos viviendo crisis importantes de legitimidad con gobiernos de la izquierda progresista y democrática. Por ejemplo, en el caso de Chile, la popularidad del presidente Boric es muy baja y muchos analistas y muchas encuestadoras están pronosticando un triunfo de la derecha. En el caso de Colombia pasa lo mismo, el presidente Gustavo Petro no tiene una popularidad tan baja como la de Boric, pero también está bajo un cuestionamiento fuerte de su propia legitimidad, todo parece indicar que él aspira a la reelección, está por verse si lo consigue. Esto no quiere decir que, o sea, que en Chile y en Colombia tenga que aparecer un tipo de derecha como la de Milei, Novoa o Bukele, pero puede ser. En el caso brasileño está clarísimo, porque Bolsonaro mismo, él está delicado de salud y todo, pero el bolsonarismo como movimiento existe y está casi casi ahí parejo con el electorado de Lula, como se vio en las últimas elecciones, es decir, que podemos en los próximos meses y años verificar un giro más completo a la derecha que el que hemos visto hasta ahora, y lo peligroso de ese giro es que no va a ser ya a una derecha neoliberal como la que conocíamos antes, esto es otra cosa: esto es otra derecha alentada además por el trumpismo y por líderes europeos como Víctor Orbán en Hungría o Giorgia Meloni en Italia, ¿verdad? O la corriente del Frente Nacional en Francia que le dan un cuerpo internacional a esa corriente. En Iberoamérica específicamente ahí está Vox. Es una corriente todavía como en España está es una corriente limitada. Pero todo esto puede dar fuerza, es decir, puede producirse una retroalimentación de las derechas en el sentido de avanzar más hacia un radicalismo conservador.
GABRIELA BAUTISTA: Y tomando este concepto que usted hablaba de la imaginación revolucionaria, para mí actualmente creo que uno de los retos, como usted lo dice, para Latinoamérica es reconciliarse con su diversidad y me parece que esta visión hacia la diversidad latinoamericana, es parte de ese engranaje que estamos todos y todas en esta región intentando descifrar, nombrar e imaginar...
No sé qué piense usted sobre eso.
RAFAEL ROJAS: De acuerdo. Sí, en realidad la nuestra región desde los años 90, yo diría, se ha diversificado muy aceleradamente. El cambio tecnológico ha acentuado esa diversificación porque se arraigan más fuertemente alteridades de todo tipo, ¿no? en la ciudadanía, ¿no? O sea, vamos, antes de los años 90 o todavía, incluso en la época muy candente de la guerra fría, predominaba una visión de cada país desde la perspectiva de la identidad nacional, entonces los nacionalismos le daban forma a esas identidades. Entonces, insistían mucho en el mestizaje o en la integración social, de todas las diversidades. Ahora, o sea, con la diversificación que ha habido, predominan más las alteridades, ¿verdad? Alteridades de sujetos subalternos de todo tipo, alteridades a veces reflejadas en representaciones, o auto autorrepresentaciones étnicas, las alteridades feministas, por ejemplo, que aplican un criterio, una concepción de género a los problemas sociales. Tenemos la resistencia a la modernización que proviene de los movimientos ambientalistas que es fundamental. Todo eso contribuye a lo que tú justamente llamas la diversidad, la diversificación. Ahora, el reto ahí tomando un poco tu palabra es, cómo construir un una nueva identificación regional, en este caso latinoamericana y caribeña, sin desdibujar esas alteridades. Porque ya nos dimos cuenta de que el el intento de avanzar en la integración sobre la base de las identidades nacionales no funcionó. Entonces hay que volver a plantear, hay que crear una nueva plataforma. Y tal vez la ausencia de esa plataforma a un nivel intelectual y discursivo explique por qué estamos en estas horas tan bajas del integracionismo latinoamericano. Es decir, por qué no hemos sabido colocar en el centro de ese integracionismo justamente la diversidad.
OP. CAMBIOCUE MUSICAL
GABRIELA BAUTISTA: Un puente es una persona cruzando un puente busca ser un encuentro de ideas. Queremos que desde la educación pública podamos hablar de temas que nos parecen fundamentales: el papel de la educación pública en la restauración social; porque, así como existe una imaginación revolucionaria, también puede existir imaginación para la paz. Hoy, nos encontramos en este puente con el Doctor Rafael Rojas, Profesor e Investigador del Centro de Estudios Históricos del Colegio de México.
GABRIELA BAUTISTA: Doctor, estamos aquí en la Universidad de Guadalajara. La Universidad de Guadalajara es una universidad pública y nosotros preguntamos en este podcast cuál es la importancia de la educación pública para la restauración social y también en el pues, nosotros aquí en México estamos buscando una construcción de paz. Entonces, bueno, ¿cuál es la importancia de la educación pública en estos contextos? La restauración social, la construcción de la paz.
RAFAEL ROJAS: Sí, es fundamental, en Guadalajara y yo diría que en todo México estamos viviendo realmente una una epidemia de violencia, de muerte, de desaparición y hay que ponerle freno. Tradicionalmente se delega, o tendemos a delegar la gestión, la administración de los conflictos de violencia y guerra en instituciones del Estado, pero hemos visto que esas instituciones muchas veces están desbordadas y es fundamental acompañar el trabajo de la sociedad civil, de las organizaciones como las madres buscadoras, como las organizaciones que tratan de facilitar el refugio, un desplazamiento migratorio más seguro. Organizaciones de la sociedad civil a nivel nacional, pero también organizaciones de la sociedad civil a nivel transnacional, todo lo que hacen las dependencias de Naciones Unidas, por ejemplo. Y junto con el acompañamiento de la sociedad civil, la exigencia al gobierno federal a los a los gobiernos estatales está el trabajo, sí, como tú lo dices, muy bien de las instituciones educativas y académicas. Muchas veces nos preguntamos y nos y se nos presenta, digamos, en el Sistema Nacional de Investigadores se nos plantea la pregunta: Bueno, ¿cuál es el impacto social del saber científico en las humanidades o en las ciencias sociales?" Pues ahí está. Una parte del impacto social es la educación para la prevención de la criminalidad, de la violencia, para la para transmitir valores de paz social. En eso las humanidades tienen tienen mucho que hacer, y tienen un campo de oportunidades amplio que no siempre se ha explorado. Y los medios ahí son claves, los medios de comunicación porque eso son las las correas de transmisión de valores ligados a la paz social que a su vez cumplen un papel de difusión de las ciencias sociales y las humanidades más allá de la producción académica, ¿no? Mhm.
GABRIELA BAUTISTA: Mire, como usted nos decía de la imaginación revolucionaria, eh, habría que abrir espacio a la imaginación para la paz.
RAFAEL ROJAS: Así es. Exacto, una la imaginación para la paz que evidentemente tiene que ver con otra cosa que tú apuntabas. Esa imaginación para la paz tiene que partir del reconocimiento de la diversidad de nuestras sociedades. No puede partir de la idea de un sujeto homogéneo, que es el que es representado más bien monopólicamente o hegemonizado en las representaciones justamente de los medios, de nuestra propia producción académica, ¿no?
OP CAMBIOGABRIELA BAUTISTA: Doctor, ¿a qué retos se enfrentan los procesos que asociamos a la creatividad humana con los avances tecnológicos? Estamos viviendo un cambio de era. Toda la humanidad lo tenemos de frente.
RAFAEL ROJAS: Sí. El cambio tecnológico plantea una dificultad justamente al trabajo académico intelectual desde las humanidades y las ciencias sociales, ofrece muchos mecanismos de socialización, nada más hay que ver el poder de socialización que tienen las redes sociales, por ejemplo. Sin embargo, ofrece una dificultad y es que el cambio tecnológico históricamente tiende a la homogeneización, es decir, tiende a uniformar los discursos que circulan y las claves de recepción de esos discursos. Entonces es como una homogeneización doble, ¿verdad? Desde el desde el punto de vista de la dispersión o difusión de los discursos y desde el punto de vista de la recepción. El consumidor tiende a reproducir los rasgos otra vez de lo que decíamos, un sujeto homogéneo. Entonces, es un ciudadano que pierde matices, atributos, color y pierde rasgos que definirían su alteridad frente a las identidades más poderosas. Entonces, ahí está la dificultad. O sea, cómo hacer uso de una herramienta tan poderosa como el cambio tecnológico sin que la tendencia a la homogeneización predomine, de hacer como la mucho mucho que hacer, yo diría, en para enfrentar esa contradicción en en nuestros centros académicos y de difusión.
GABRIELA BAUTISTA: SÍ. A mí me hace pensar en cuando hablamos de inteligencia artificial, me hace pensar en ¿qué es la inteligencia? O sea, ¿cómo se plantea esto como una inteligencia? ¿Cómo es la inteligencia o cuál es la inteligencia? Y me ha gustado mucho que en esta charla con usted también hemos usado la palabra imaginación. Yo creo que esta a esta nueva tecnología le falta imaginar, ¿no? Como que la tendencia a la imaginación quizá no está metida entre las matemáticas, entre los números
RAFAEL ROJAS: Exacto, puede ser, puede ser. Hay un hay un libro reciente que he disfrutado muchísimo de Juan Villoro, No soy un robot, que lo que así se llama el libro. Son una serie de apuntes que dan cuenta de la resistencia del ser humano a la robotización que están produciendo las nuevas tecnologías y habla mucho justamente de la inteligencia artificial. Dice, "La inteligencia puede ser todo lo artificial que se pueda y puede llegar llenarse de sofisticación, pero al final, el robot es el robot y el humano es el humano." Entonces es un poco por donde va es ese libro magnífico de Villoro y yo creo que apunta a una realidad impostergable para para nosotros.
GABRIELA BAUTISTA: Y justo eso al nos lleva a la pregunta última, ¿qué nos hace humanos, doctor? ¿Usted qué piensa?
RAFAEL ROJAS: Bueno, tiene pues yo creo que la respuesta la diste tú, Gaby. Si algo nos hace humanos la capacidad de imaginar, de soñar sobre todo en un momento como este porque la robotización parte de la reproducción tal vez de algunas cápsulas de entendimiento de nuestra realidad, también de nuestra historia, de nuestro pasado, de nuestro presente, de nuestro futuro y esas cápsulas de entendimiento tienden a ser cada vez más uniformes, cada vez más mecánicas y la subjetividad humana tiene que enfrentarse a eso anteponiendo el sueño y la imaginación de otra realidad, de una realidad más justa, más pacífica, más humana en una palabra.
GABRIELA BAUTISTA: Doctor Rafael Rojas, muchas gracias por aceptar platicar con nosotros.
RAFAEL ROJAS: Muchas gracias a ustedes, ha sido un placer.
GABRIELA BAUTISTA: No podemos encasillar a América Latina en una sola visión. Pero sí podemos escuchar y leer sobre las distintas realidades que vivimos. Quiénes somos frente a las coyunturas mundiales, cómo vivimos y convivimos en nuestra comunidad. ¿Cómo imaginamos nuestro futuro? Y... ¿cómo es nuestra voz y cuáles son nuestras historias?
Rafael Rojas es Licenciado en Filosofía por la Universidad de La Habana y Doctor en Historia por El Colegio de México. Ganó el Premio Matías Romero de Historia Diplomática por su tesis doctoral “Cuba mexicana. Historia de una anexión imposible” (2001), También ganó el Premio Anagrama de Ensayo por Tumbas sin sosiego. Revolución, disidencia y exilio del intelectual cubano (2006) y es Premio Isabel de Polanco por Las repúblicas de aire. Utopía y desencanto en la Revolución de Hispanoamérica (2010). Profesor e investigador del Centro de Estudios Históricos del Colmex, director de la revista Historia Mexicana y miembro de la Academia Mexicana de la Historia. Su último libro es La Historia como Arma, Latinoamericanismos de la Guerra Fría.
GABRIELA BAUTISTA: Un puente es una persona cruzando un puente es una producción conjunta entre la Cátedra Latinoamericana Julio Cortázar y radio Universidad de Guadalajara
GABRIELA BAUTISTA: Este podcast es una producción conjunta entre Radio Universidad de Guadalajara y la Cátedra Latinoamericana Julio Cortázar.
Producción General: Gabriela Bautista y Erandi Barbosa Garibay.
Producción Ejecutiva: Fabián Cázares, Erandi Barbosa Garibay y Gabriela Bautista
Guion: Gabriela Bautista y Erandi Barbosa Garibay.
Coordinadora de protocolo y difusión: Ollin Yanabi Durán
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Dirección: Dulce María Zúñiga y Victor Magaña.
Licenciado en Filosofía por la Universidad de La Habana y Doctor en Historia por El Colegio de México. Premio Matías Romero de Historia Diplomática por su tesis doctoral Cuba mexicana. Historia de una anexiòn imposible (2001), Premio Anagrama de Ensayo por Tumbas sin sosiego. Revolución, disidencia y exilio del intelectual cubano (2006) y Premio Isabel de Polanco por Las repúblicas de aire. Utopía y desencanto en la Revoluciòn de Hispanoamérica (2010). Profesor e investigador del Centro de Estudios Históricos del Colmex, director de la revista Historia Mexicana y miembro de número de la Academia Mexicana de la Historia. Su último libro es Latinoamericanismos de la Guerra Fría (Ciudad de México, Siglo XXI, 2025).
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