¿Qué opinan expertos alemanes sobre cafés con gatos y yoga con cachorros?
Pablo PORCIUNCULA / AFP




Berlín, Alemania

Un gato llamado Mister Snuggles está tranquilamente sentado en una silla y observa con curiosidad lo que sucede a su alrededor. Una joven se sienta frente al animal, encantada con tener a un felino como compañero para el café de la tarde.

"El pequeño Mister Snuggles, mi favorito, saltó inmediatamente a mi regazo",

cuenta Richard Gottlob sobre su primer encuentro con el gato atigrado. Gottlob es uno de los dos propietarios del café con gatos "Catnip Coffee", en el distrito de Friedrichshain-Kreuzberg de Berlín.

Allí no solo vive Mister Snuggles, sino también los gatos Simba y Furby y una gata llamada Princesa Junko, que pasan el tiempo con los visitantes del café todos los días, jugando, durmiendo, observando y dejándose acariciar.

"Podemos ofrecer a la gente un ambiente agradable y también un espacio vital que resulte agradable a los gatos", así explica Gottlob el concepto del café.

Ya sean cafés para gatos, paseos con alpacas o incluso yoga con cachorros, a muchos amantes de los animales les gustan estas ofertas. Sin embargo la Asociación Alemana para el Bienestar Animal y la Asociación Veterinaria Alemana para el Bienestar Animal tienen sus reparos.

Hace poco menos de un año, Gottlob abrió el café con gatos junto con Patrick Frauenheim. Para inspirarse, viajaron a Hong Kong y Singapur. La idea, que nació en Asia hace varios años, se ha extendido a Alemania desde hace algún tiempo.

Gottlob destaca que en el "Catnip Coffee" el bienestar de los gatos es la máxima prioridad. Si el ajetreo es demasiado para los felinos, que proceden de un asilo para animales, pueden esconderse en su refugio a través de una gatera.

Durante su visita al asilo de animales, también presentaron al personal un concepto de protección, asistieron a un curso sobre el tratamiento adecuado de los gatos y la oficina veterinaria también visitó las instalaciones, ya que una cafetería tan especial tiene que estar registrada ante las autoridades.

Cuando se entra por primera vez en el "Catnip Coffee", hay que informarse sobre las normas de la casa: por ejemplo, no tomar a los gatos en brazos, no levantarlos, no correr detrás de ellos y, por supuesto, no alimentarlos con tarta. ¿Y si los visitantes no respetan las normas?

"Les hacemos una o dos advertencias y (si no) se van",

enfatiza Gottlob.

Los defensores de animales son bastante críticos con los cafés con gatos. "Desde el punto de vista de la Asociación Alemana para la Protección de los Animales, no estaríamos a favor de abrir un café de este tipo porque hay que tener en cuenta muchos aspectos", comenta Nadia Wattad, portavoz de prensa de la entidad.

Wattad apunta que los gatos reaccionan con sensibilidad a los cambios y que una cafetería es visitada por muchas personas diferentes, lo que se traduce en olores intensos y ruidos fuertes.

La veterinaria Sandra Giltner, de la Asociación Veterinaria Alemana para el Bienestar Animal, también cree que los cafés para gatos deben "tratarse con mucha precaución", aunque los propietarios se preocupen por el bienestar de los animales.

"Entiendo el planteamiento y sin duda es noble, pero para el propio animal es una carga enorme", explica Giltner, recordando que los signos de estrés en los gatos suelen ser difíciles de reconocer, por lo que se requiere un "nivel muy, muy alto de pericia" a la hora de seleccionar a los animales.

El caso del yoga con cachorros

La situación es mucho más crítica cuando se trata del yoga con cachorros. Según Giltner, se trata de una "catástrofe absoluta" desde el punto de vista del bienestar animal, ya que en la mayoría de los casos, los perritos son separados de su madre y llevados a un entorno que les es completamente ajeno.

Giltner reconoce que, al principio, a veces disfrutan jugando y siendo acariciados, "pero los cachorros tienen un plazo extremadamente corto antes de cansarse", no suelen estar aún completamente vacunados y son susceptibles de contraer enfermedades.

Según Wattad, los vídeos de cachorros retozando en plataformas como Tiktok suelen malinterpretarse porque si un perro pequeño se queda dormido acurrucado en medio de colchonetas de yoga, eso no es señal de relajación, sino de exigencias excesivas.

Giltner tiene una visión más positiva de las caminatas con alpacas. "Si el grupo está tranquilo y simplemente se da un paseo, no hay ningún problema de bienestar animal", indica, pero aclara que es importante que todo se desarrolle de forma adecuada a la especie y que los animales no se separen de su rebaño.

  • A pesar de que su pelaje invita a acariciarlas, las alpacas no deben ser tocadas, recomienda Wattad. "Lo aguantan, pero el hecho de que no busquen el contacto con los humanos hace que sea bastante estresante para los animales".

Según Giltner, hay muchas formas de pasar tiempo con animales. En el mejor de los casos, se debería apoyar a animales necesitados, por ejemplo en las asociaciones protectoras, ofreciéndose a pasear perros o a acariciar gatos en el refugio.

Sin embargo, siempre hay que tener claro: "No tenemos derecho a tener acceso a un animal a cualquier hora del día".