Guadalajara, Jalisco.
El mural “La guerra y la paz” del jalisciense Gabriel Flores, fue trasladado para su restauración del Museo Cabañas a la Sala 2 del Ex Convento del Carmen.
La obra se divide en tres partes: la guerra, la clase trabajadora y la paz, comentó Miriam Villaseñor, directora del OPD de Museos, Exposiciones y Galerías de Jalisco:
“Volviendo un poco a la miseria, pasamos un poco a la guerra, que es donde podemos ver a estos caballos con unos trazos muy contundentes, incluso hasta violentos y después, tenemos a la clase trabajadora al centro, para posteriormente la mirada llegue hacia la paz a manera de un desnudo con una mujer y unas palomas”.
Gabriel se alejó de las técnicas tradicionales, pues la pieza es un “mural sobre un lienzo monumental” que se podía transportar porque se encuentraba montado en un bastidor de madera, así lo explicó María Elena Larios Morones, Jefa de Conservación y Restauración de MEG Jalisco:
“La figura de Gabriel Flores es muy importante justo porque desde que era estudiante con sus compañeros fundó parte del nuevo neorrealismo en Jalisco. Desde luego que la figura es importante por toda la producción que tenemos en el país, fue un artista con mucha producción y que además, fue muy innovador en su técnica porque es el primero que instaura este nuevo término de un mural transportable”.
Las labores de conservación de la pieza que mide 15 metros de largo por 2.70 metros de ancho, consistirán en la limpieza de la tela y en colocarle un nuevo bastidor móvil elaborado a partir de aluminio.
Fotografía: Isabel Reyes
Hasta el 18 de septiembre, los visitantes podrán ingresar al recinto para observar de cerca los trabajos de restauración de martes a viernes de 11:00 a 17:00 horas. Además, en la entrada de la sala, el público encontrará un documental sobre la vida y obra de Gabriel Flores.
Este proyecto es una iniciativa de la Secretaría de Cultura de Jalisco y el OPD de Museos, Exposiciones y Galerías de Jalisco a través del MEGLab; y forma parte de las actividades para conmemorar el “Centenario del muralismo mexicano”, el cual inició oficialmente en 1922 con un mural de Roberto Montenegro, también oriundo de Jalisco.
La primera semana de octubre se inaugurará una exposición que se conformará por el mural y una serie de piezas de caballete y dibujos relacionados con él.
Uno de los objetivos de la muestra es que los jóvenes conozcan el trabajo del muralista tapatío:
“Es muy importante justo porque volvemos otra vez a apreciar la obra, una obra que no estaba a la vista del público. Este proceso de restauración nos va a permitir volver a apreciarla en toda su extensión tanto técnica como tecnológica”.
Fotografía: Isabel Reyes