Guadalajara, Jalisco.

La plaza de Armas y su kiosco traído de Francia en 1910, en los tiempos de Porfirio Díaz, recibieron una remodelación a fondo.

El kiosco fue restaurado por especialistas de la Escuela de Conservación y Restauración de Occidente (ECRO) y tuvo la supervisión de peritos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), informó el gobernador Aristóteles Sandoval Díaz.

Las cuatro esculturas que representan a las estaciones del año, también fueron rehabilitados, junto con la herrería y la techumbre del kiosco.

“Desde los años 40 no se le renovaba de manera profunda. Si se le puso pintura sobrepuesta. Este kiosco iba a estar listo antes, pero por las condiciones en que estaban los materiales, el trabajo nos llevó un poco más de tiempo. Pero hoy, está en una extraordinaria dimensión para poder ser deleite de los turistas, pero sobre todo de quienes habitamos aquí”, expresó.