Marsella, Francia.
"Deseo expresar que no hay corrupción en el fútbol francés"
, admitió el lunes en una entrevista con la AFP el presidente del Olympique de Marsella Pablo Longoria, asegurando que "lamenta" haber utilizado ese término.
"Las formas no fueron apropiadas y lamento esa palabra", declaró el español sobre sus polémicas declaraciones tras la derrota de su equipo 3-0 en Auxerre, que fue debida según Longoria a "muchas decisiones arbitrales en las que opino que el Marsella fue desfavorecido".
MIGUEL MEDINA / AFP
- Furioso por el arbitraje de Jérémy Stinat durante ese encuentro en Auxerre, los dirigentes del Marsella hablaron el sábado de un arbitraje "escandaloso" o "vergonzoso".
"Que quede bien claro que Pablo Longoria lo dice: ¡Esto es auténtica corrupción!", llegó a lanzar el presidente del Marsella, visiblemente furioso, en los pasillos del estadio Abbé-Deschamps.
"Soy muy autocrítico conmigo mismo, no puedo aceptar dar ese tipo de imagen. Un presidente de un club no puede comportarse así. Nada justifica las formas y no estoy contento conmigo mismo", declaró Pablo Longoria a la AFP.
"Todo el mundo me ha explicado el significado de la palabra 'corrupción' en francés, porque en español (su lengua materna) tiene un significado más amplio. Atención, con eso no quiero justificar nada. Pero nunca pensé en algo como intercambio de dinero o transacciones financieras, jamás me permitiría algo así", añadió.
"Deseo expresar que no hay corrupción en el fútbol francés. Hay cosas que no son claras y que se pueden mejorar, cierto. Y es eso lo que me enfada mucho. Debemos mejorar muchas cosas para evitar la confusión para todo el mundo", precisó el dirigente del Marsella.
CLEMENT MAHOUDEAU / AFP
"Incluso si nada lo justifica, hay que entender cómo se llega a ese enfado. Mi primera responsabilidad es la de defender a mi club. Esta temporada ha habido muchas decisiones arbitrales que considero que han desfavorecido al Marsella", estimó Longoria.
La reacción de Longoria el sábado provocó un cierre de filas en el mundo del fútbol francés, y fue denunciada tanto por el presidente de la Federación Francesa de Fútbol (FFF) Philippe Diallo como por el director de árbitros Antony Gautier.