No Music For Genocide gana presencia en la industria musical contra la guerra de Gaza
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Redacción central.

Más de 400 artistas y sellos discográficos de todo el mundo han bloqueado geográficamente sus canciones para que no puedan ser reproducidas en Israel a través de ‘No Music For Genocide’, una campaña global que denuncia el genocidio en Gaza y busca ejercer presión a través del boicot cultural.

Arca, Ana Tijoux o Fontaines D.C. forman parte del colectivo que se ha sumado al movimiento, según se detalla en su página web, así como recientemente el grupo británico Massive Attack, el cual ha dado un paso más y también ha solicitado que se elimine su música de la plataforma Spotify por las supuestas inversiones en material militar para combate de su CEO, Daniel Ek.

No Music For Genocide gana presencia en la industria musical contra la guerra de Gaza

Siguiendo los boicots culturales contra la segregación en Sudáfrica, No Music For Genocide llama a artistas y discográficas a retirar su música de Israel mediante la supresión de las canciones de las plataformas de música en línea. 

Es un “boicot cultural a Israel”, según se autodefine el movimiento, que reclama una respuesta similar a la que se tuvo frente a Rusia tras la invasión de Ucrania.

Según denuncia, con Israel no se ha actuado de la misma manera que con Rusia. A los pocos meses de la invasión rusa a Ucrania, los sellos discográficos retiraron unilateralmente todo su catálogo de Rusia o rompieron relaciones, señala.

“Ninguna de esas medidas se ha tomado contra Israel, ni en apoyo a Palestina, tras décadas de ocupación ilegal y 23 meses del genocidio acelerado de Israel”, asegura No Music For Genocide,

quien además señala que durante este tiempo Estados Unidos, Alemania, Canadá y el Reino Unido han trabajado junto a regímenes árabes para “financiar, armar, proteger y otorgar inmunidad diplomática a Israel”.

  • Este gesto es una respuesta al “genocidio en Gaza, la limpieza étnica en la Cisjordania ocupada, el apartheid en Israel desde 1948, la represión política contra los esfuerzos pro-Palestina y los propios vínculos de la industria musical con armas y crímenes de lesa humanidad”.