Guadalajara, Jalisco. 

La crisis económica y parálisis de algunas actividades alcanzaron a los caballos del Bosque Los Colomos. Por no trabajar, los propietarios no pudieron garantizar la compra de alimentos para los equinos y recibieron en donación pasto que cortaron de un club deportivo pero que resultó tener plaguicidas, lo que finalmente envenenó a los animales y son ya cuatro caballos en total los que han muerto.

Esto según información de la Dirección de Protección Animal del Ayuntamiento de Guadalajara quien acudió a revisar las condiciones de los animales y detectó que al menos 10 están en estado delicado de salud.

La muerte de estos cuatro caballos no es todo, los que aún están vivos lucen flacos y débiles puesto que no han podido retomar su actividad de paseo dentro del bosque y por lo tanto, los propietarios no han recibido ingresos y no pueden comprar la pastura para alimentarlos.

Por esas razones y para evitar que sigan en las condiciones en las que se encuentran, algunos dueños han referido que la mejor opción es ofrecerlos al rastro municipal y así conseguir un poco de dinero y evitar la muerte lenta de los caballos que antes de la pandemia se rentaban para paseos recreativos dentro del espacio verde.