Guadalajara, Jalisco.

“Escarbar en el pozo de la desmemoria” fue una de las charlas que la escritora gallega Mariler Aleixandre, entabló con la escritora mexicana Cecilia Eudave, sobre el proceso de escritura e ideas que fluctuaron en torno a “Las malas mujeres”, libro de la escritora española, publicado el año pasado.

En “Las malas mujeres” se habla del encarcelamiento de Sisca, de 15 años.

Esta es una novela donde se juega con la imaginación y la verdad, con sucesos reforzados por testimonios, por ciertas realidades, y en este caso, es Sisca una de diversas historias que toman lugar en este libro.

Sisca fue encarcelada por ayudar a su madre a en un aborto que le costó la vida, por lo que fue llevada a una cárcel en La Coruña.

En esta historia aparecen otras mujeres, historias reales como de las activistas Concepción Arenal, visitadora de las cárceles de mujeres, y la escritora Juana de Vega, que llegan a tratar de “construir un universo deshumanizado” para las mujeres, como destacó Cecilia Eudave.

Esta novela, busca dar lugar a las voces silenciadas, a aquellas historias olvidadas, historias de vida marcadas por opresión, y por la búsqueda de autonomía. Marilar Aleixandre mencionó que esta, como otras narrativas en su haber, es visible en un ámbito “esencialmente masculino”, donde obtuvo el premio nacional de narrativa de España.

“En España lo es, es un ámbito esencialmente masculino. Yo he tenido el año pasado el premio nacional de narrativa que es para toda España, y soy la sexta mujer, este año hubo otra mujer, siete de 70, pero no estaba eso en mi cabeza.

Lo que sí estaba es lo que yo he leído, porque a escribir yo creo que se aprende leyendo, y escribiendo claro, y borrando y rompiendo”.

La escritora Cecilia Eudave destacó la literatura de Mariler, al igual que su activismo, por lo que dijo que en el caso de “Las malas mujeres” se trata de un libro “poderoso” y trascendental, en el que no existe la individualidad, y escribe para exponer diversas historias.

“La literatura de marilar es orgánica, uno huele todo, uno siente todo, uno percibe todo, en sus libros, y ese fue mi primer pórtico.

Paso a un libro poderoso, impresionante, que pone de manifiesto como desde hace mucho tiempo Marilar ha trabajado un activismo impresionante, pero un activismo comprometido. Vamos a decir, no está buscando ser ella la protagonista, que eso es maravilloso en una escritora”.