Autlán de Navarro, Jalisco.
Como parte de su Programa de Manejo del Fuego, la Dirección de la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán realiza quemas prescritas dentro del Área Natural Protegida (ANP). Esto con el objetivo de evitar incendios forestales catastróficos y propiciar la regeneración natural de zonas donde es necesario el fuego para el buen funcionamiento del ecosistema.
De acuerdo a German Guzmán Sánchez, coordinador del Programa de Manejo del Fuego de la Reserva de la Biosfera, los incendios no se pueden catalogar como buenos o malos, pero todo dependerá de la frecuencia, el lugar y la intensidad con que se presenten.
"Los incendios en vegetación adaptada son una herramienta de manejo muy importante. En tema de manejo silvícola, en temas de manejo de hábitat. El fuego bien manejado puede ser bueno, o puede ser muy destructivo en aquellas vegetaciones que son muy sensibles al fuego y más si se dan (los incendios) de manera frecuente".
En entrevista para el programa "A Ciencia Cierta" de Radio UdeG Autlán, Fernando Ramón Gavito Pérez, director de la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán, añadió que también dependerá mucho del tipo de ecosistema incendiado, pues, así como hay ecosistemas que están adaptados al fuego y dependen de éste para poder prosperar, existen aquellos que son extremadamente sensibles a los incendios.
“Hay ecosistemas de pinos, donde los pinos necesitan el fuego para que puedan prosperar, para que las semillas puedan brotar, para que se logre una regeneración natural mucho más rápida, sin embargo cuando el fuego llega en una época que no es la habitual para el ecosistema, le puede causar mucho daño, y no solo a las plantas, a las especies de pastos o de herbaceas, sino también a los animales que viven en esos ecosistemas”.
El biólogo también explicó que la eficacia del Programa de Manejo del Fuego con el que cuenta la reserva depende mucho del trabajo que se realiza en conjunto con los ejidos, comunidades y núcleos agrarios, pues la gran mayoría de los incendios dentro del ANP, se originan por quemas agrícolas, siendo Cuautitlán de García Barragán y Casimiro Castillo los municipios más afectados.
Desde el 2015 se han establecido quemas controladas dentro de Manantlán, la más reciente en el ejido Ahuacapán, una de las quemas más grandes a nivel nacional, con el objetivo de eliminar combustible natural y propiciar la regeneración en la zona. En la actividad participaron cerca de 90 brigadistas que trabajaron durante cuatro días, explicó Guzmán Sánchez.
“Es una de las más grande que hemos hecho, incluso a nivel nacional se tiene registrado que fue la quema más grande en bosques templados. Uno de los objetivos de esta quema fue reducir los combustibles, ya que teníamos una zona que no se había quemado en al menos 20 años y había un alto riesgo de que si se presentaba un incendio forestal podría ser muy catastrófico".
Hasta el 30 de abril a nivel nacional se tienen registrados 2 mil 777 incendios forestales, de los cuales 160 corresponden a Jalisco, que ocupa el quinto lugar en cuanto al número de eventos. Sin embargo, en superficie afectada el estado se ubica en el décimo lugar con cerca de 2 mil 858 hectáreas quemadas.