Los otros deportes: No todo es futbol Parte II: Juego de Pelota: Un legado prehispánico

Desde la época prehispánica, en el territorio que hoy conocemos como México ya se practicaban deportes.



Guadalajara, Jalisco.

Desde la época prehispánica, en el territorio que hoy conocemos como México ya se practicaban deportes. Hoy, ni siquiera la mitad de quienes viven en este país realizan actividades físicas. ¿Qué fue lo que nos pasó?

Aunque el Inegi nos revela que sólo 39% de los mexicanos realizan algún deporte, hay quienes no sólo se mantienen activos, sino que conocen la cultura y la mantienen vida al realizar esos deportes que practicaban nuestros ancestros.

En el país, se tienen registros de actividad deportiva desde el año 1400 antes de nuestra era.

Los Aztecas y los Mayas eran pueblos bastante activos, y ese legado se mantiene vivo gracias a muchos grupos originarios que aún hoy toman las calles con deportes autóctonos y tradicionales. Pero, a diferencia de hace miles de años, hoy el premio por la victoria no es salvar la vida.

  • Según datos de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte y de la Federación Mexicana de Juegos y Deportes Autóctonos y Tradicionales, actualmente existen cerca de 200 actividades que heredaron nuestros antepasados.

Hoy vamos a conocer algunas de ellas.

Ya todos sabemos que el deporte más practicado en el mundo es el futbol, y aunque se tienen datos de que se inventó en Inglaterra, muchos especialistas afirman que esta disciplina ya la practicaban los Mayas y los Aztecas.

Ellos lo llamaban “pokolpok” y “tlachtli”, respectivamente, lo que se conoce comúnmente como el juego de pelota o ulama.

Pero vamos a dejarnos de tanto choro y a conocer un poco sobre esta disciplina en su modalidad de cadera, en la voz del secretario del Consejo Directivo de la Asociación de Juegos y Deportes Tradicionales de Jalisco, Adrián Javier Ríos López.

  • “La cualidad del juego de cadera se juega con una pelota de hule o látex natural vulcanizado, de forma natural, se hace una pelota de hule de aproximadamente entre 2 kilos y medio hasta 5 kilos y se juega en una cancha especial que actualmente se le llama TASTE, originalmente es conocida como el CLACHCO y la finalidad del juego es golpear la pelota con la parte de la cadera para que llegue hasta la otra parte de la cancha para formar puntos, la forma de generar un punto es que la pelota llegue hasta el extremo de la otra cancha ya sea porque el rival no la pudo contestar o porque la pelota fue avanzando hasta llegar a la meta”.

El juego de pelota se ha modificado, pues ahora incluso las personas de la tercera edad pueden practicarlo.

Ahí está el ulama de antebrazo, que es practicado por un grupo de 50 adultos mayores en el Polideportivo Paradero, y para saber cómo se juega esta modalidad, te presento a la presidenta de la Asociación Máster Deportes en el Estado, Alejandra López Palacios.

Los otros deportes: No todo es futbolParte II: Juego de Pelota: Un legado prehispánico

Fotografía: Jesús Sánchez

“En una mediante brazo pues se juega con lo que es la parte de muñeca, acodo, con unas protecciones, se utilizan las dos manos para el juego, se juega 15 tantos.

Si se empatara 15 que se empatara el set, se va a un tercer set y se juega a 10 tantos hasta llegar al máximo 10, el juego en sí es con dos botes en la jugada, si ya llega a un tercer tiene que pegarle de aire el tercer golpe.

El juego es con una pelota de mini voleibol que es del número 4, el de voleibol es 5 y este es número 4, para que lo pueda maniobrar con la antebrazo ya que anteriormente el juego de la pelota era con una pelota de cuero”.

Eva Corona, una de las jugadoras del ulama de antebrazo, quien ya es campeona de esta prueba a nivel nacional, nos comparte su experiencia y por qué decidió practicarla.

“Trabajamos los dos hemisferios, porque podemos pagar lo tanto como derecha con izquierda, entonces es una habilidad que a veces perdemos al paso del tiempo, entonces precisamente por eso.

Porque hay actividad para correr, para pegar, golpear, eso es lo que más atrae a mí en lo personal, tiene que estar listo y ser participo, o sea, no dormirte como en todos los, casi en todos los juegos, pero aquí es como un poquito más rápido.

Entonces tienes que estar más listo para donde va la jugada, no dormirte, no estar fuera de, porque si no, pues te comen verdad”.  

Existe otro deporte que tiene origen en el pueblo Purépecha y que fue creado en Michoacán, según la tradición, para nivelar el cosmos, y Adrián Javier Ríos López nos detalla los aspectos básicos de una disciplina en la que se contaba con muchos aficionados en los pueblos prehispánicos.

“En el caso, por ejemplo, de la Uárukua Chanakua al juego de pelota purépecha, la forma más fácil de describirlo es como hockey. Se juegan con bastones muy parecidos a los que se utilizan en el hockey.

Sin embargo, tienen que ser de una madera especial, que, si recuerdo bien, puede ser guayabo o puede ser tejocote, se juega tradicionalmente con una pelotas de maderas de tipo poroso, como es el colorín.

Y de forma ceremonial esta pelota se bañaba con alguna especie de resina de árbol como puede ser la resina de pino y se le prendía fuego, que hay que estar golpeando la pelote con los bastones y llevarla hasta el otro extremo de la cancha para poder anotar un tanto”.

Seguro sabías que el ajedrez es conocido como el deporte ciencia. ¿Pues qué crees? En la cultura prehispánica ya se contaba con distintos juegos de mesa que servían para entretener a nuestros ancestros.

¿Eres impaciente o enojón en los pasatiempos de mesa? Pues conoce a tu peor enemigo: el “No te enojes”, que, aunque hoy es muy popular en Jalisco, su origen se remonta hasta antes de la Conquista.

“Este es un juego tradicional que se juega en varios lados de la República, aquí en Jalisco lo conocemos como No Te enojes, en otros lados como en Chihuahua le llaman Chilillo, el objetivo del juego es recorrer todo el tablero con las cánicas hasta alinearlas en la línea central dependiendo del lugar de donde salgas.

Siempre sales en esta versión del juego hacia tu lado izquierdo por ejemplo las cánicas blancas saldrían aquí con un 1 o acá con un 6 y la idea es darle todo el recorrido y alinear las 5 aquí, en el caso de las amarillas sería aquí, las verdes acá, las azules aquí y bueno las reglas de algún juego de mesa de casillas si alguna persona cae con su cánica donde está la cánica de otro jugador lo quema, la otra persona regresa su cánica hasta el inicio”.

Otro de los juegos de mesa ancestrales para la destreza mental es la “pitarra” que se juega entre dos personas en un tablero en el que caben 24 fichas: 12 amarillas o 12 rojas.

El que abre la actividad es quien tiene las fichas rojas y cada uno de los participantes las colocará, una a una, en las intersecciones. La meta es formar tres fichas en línea recta horizontal, vertical o diagonal: lo que se conoce como una tercia.

Divertido, ¿no? Pues en Jalisco, aunque estas actividades sobreviven, su popularidad no es tan alta.

La Asociación de Juegos y Deportes Tradicionales se ha topado con un gran problema para sumar atletas a estos deportes. Muchos de quienes se acercan a pedir informes las califican como “actividades del pasado o de atraso cultural”.

Por eso es que se practican principalmente en los pueblos originarios de la Entidad o en la zona arqueológica de los Guachimontones. Aunque hay esfuerzos para promocionarlos desde el Parque Rojo, donde los miembros de la asociación se reúnen el primer y tercer domingo de cada mes, de 10 de la mañana a 2 de la tarde.

Imagínate: así, sin tanta popularidad, desde 1999 en México se organiza un encuentro nacional de estos juegos tradicionales, y año con año suma a más participantes.

Como ejemplo está la última justa, que el año pasado se realizó en el estado de Michoacán y a la que acudieron 600 atletas de 18 estados, así como de cuatro países invitados: Panamá, Honduras, Chile y Guatemala.

Y entonces, ¿nos movemos o no nos movemos? Mañana, no te pierdas la tercera parte de este trabajo especial en el que te daré a conocer cuáles son los deportes que se pueden practicar en las unidades deportivas… y que quizás tampoco conozcas.


Jesús Alejandro Sánchez Navarro